Wednesday, June 10, 2015

capitulo 44

-Por favor... -jadeó ella impotente. Peter, con ojos verdes como el esmeralda, se deslizó entre sus muslos abiertos y la penetró con un gruñido terrenal de satisfacción. Aquello le causó a Lali una intensa sensación de placer. El se movía deprisa, llegaba a lo más hondo. Cada embestida de él la hacía arder como fuego líquido. Lali se colgó de él abandonándose salvajemente, estaba fuera de sí mucho antes de que él la condujera al clímax. Y cuando volvió en sí fue con lágrimas en los ojos y llena de extrañeza.
-Me haces sentirme tan especial... -susurró con voz trémula comprendiendo que se sentía así por primera vez en su vida. Justo entonces sonó el teléfono-. No contestes.
-Estoy esperando una llamada -respondió Peter rodando por la cama para levantar el auricular.  Lali lo observó hablar y, aunque no veía sus ojos, sintió de pronto una distancia entre ellos. Él hablaba en griego, y sus facciones estaban tensas. Segundos más tarde colgó.
-Voy a tomar una ducha, y luego puede que trabaje un poco -anunció él-. Trata de dormir, Lali.
-¿Qué ocurre? -preguntó Lali al verlo levantarse de la cama sin decir nada más.
-Nada que deba preocuparte.
-¡Quizá prefieras que desaparezca por arte de magia! -exclamó Lali.
Peter se pasó la mano por los cabellos y juró largamente en voz baja, en griego. Sus ojos verdes brillaban. Respiró hondo, entrecortadamente, tratando de controlar su carácter, visiblemente alterado, y dijo:
-Lali, tú túmbate y duerme...
-Me voy a casa -contestó ella furiosa, temerosa y confundida, sacando las piernas de la cama.
-¡Yo quiero que te quedes!
-Pues no es lo que parece.
-No estoy dispuesto a suplicar, yineka mou -advirtió Peter.
Aquella forma de dirigirse a ella la aplacó. Al menos Lali creyó que se trataba de un término cariñoso en griego. Escuchó el ruido del agua correr y reflexionó. Sin embargo su inseguridad fue en aumento. No pudo evitar cuestionarse su comportamiento, la renovada intimidad a la que lo había invitado, sus errores.
Se había arrojado a los pies de Peter buscando desesperadamente convencerse de que entre ellos dos había una relación. Lo amaba, pero eso no era
excusa para que se humillara. Hubiera debido de resistirse a su propia debilidad. ¿Por qué tenía que equivocarse siempre con él?
Lali salió de la cama y recogió aprisa su ropa. Recorrió el pasillo hasta encontrar la habitación en la que se había cambiado y se tumbó en esa cama. Si Peter quería que estuviera con él la buscaría. Y si no era así entonces había hecho lo mejor.
Lali estuvo despierta durante mucho tiempo, pero Peter no apareció ni trató de persuadirla para que volviera a sus brazos.
A la mañana siguiente el mayordomo le llevó el desayuno a la cama. Después Peter la llamó por el interfono y le dijo que había concertado una cita con un ginecólogo para aquella misma mañana.
-Agustin Sierra es amigo personal mío. Si eso te hace sentirte incómoda trataré de arreglarlo de otro modo -aseguró Peter con tacto.
-No me importa qué ginecólogo me vea -respondió
Lali.
Lali se mostró indiferente ante todos los intentos de Peter por mantener una conversación mientras recorrían Londres. No podía soportar la mera cortesía entre ellos dos. Quizá lo amara, pero en
aquel preciso instante lo odiaba por haber sucumbido a su debilidad. Lo odiaba por sucumbir con entusiasmo y hacerla después sentirse diez veces peor. Hubiera deseado no haberlo conocido. Lo deseó con tanta fuerza que lo dijo en voz alta, justo antes de salir del fabuloso Ferrari.

3 comments:

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  2. que le pasa a peter es bipolar o que y lali tambien su inseguridad me saca.

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