capitulo 61

-Mala suerte -dijo Peter con extrema tranquilidad.
-¿Qué quieres decir con eso de mala suerte? -inquirió Lali extrañada ante el cambio de actitud. -Eres mi mujer y no vas a marcharte a ninguna parte. De hecho, mientras demuestres que sigues teniéndole esa manía a Candela, te quedarás en la isla. Tengo que confesar que temblaba literalmente ante la idea de que vosotras dos os encontrarais. ¡Pero mírate! ¡Si estás casi saltando de rabia!
-¿Y qué esperabas? -gritó Lali con voz rota.
Peter puso un brazo decidido alrededor de su temblorosa figura.
-Esto no es bueno para el niño...
-¡Quítame las manos de encima!
-¡Pero si apenas eres capaz de controlarte! Esto tiene que ser tu nivel de hormonas -decidió Peter observándola con gravedad, aliviado de encontrar una explicación satisfactoria.
-¿Mi... nivel de hormonas? -susurró Lali.
-En los primeros estadios del embarazo las mujeres son propensas a cambios emocionales que pueden requerir un apoyo y una comprensión extra por parte de los demás -Lali abrió la boca atónita ante aquel comentario erudito-. He sido demasiado duro contigo - añadió obligándola a sentarse en el sofá.
-Peter... ¿a qué demonios estás jugando?
-Te has alterado mucho al ver ese artículo -explicó Peter sentándose a su lado-. Hubiera debido de ser más benevolente contigo, aunque le hubieras dicho que estabas embarazada a toda la plantilla del edificio Lanzani lntemational.
-Bueno, ¿y qué?
-¡Me he puesto tan furioso al ver cómo te atacaban en la prensa! -continuó Peter atrayéndola hacia sí y estrechándola-. ¡Y saber todo lo que has tenido que pasar, desde tan pequeña, con esos padres tan egoístas! Eso me ha alterado mucho, desde luego. Pero gracias a Dios al hablarme de Candela he comprendido que esto se nos estaba escapando de las manos.
-No puedo vivir contigo si no confías en mí.
-Por supuesto que confío en ti... con una sola excepción -añadió Peter sin vacilar-. Y no creo que haga falta que volvamos a discutir sobre esa excepción nunca mas.
Lali respiró hondo. Lo único que tenía realmente era una derrota frente a Candela. Sin embargo no podía insistir en sus acusaciones, no quería destruir su matrimonio antes incluso de que hubiera empezado. Candela ya se estaba ocupando de ello, y con éxito. ¿Cómo iba a enfrentarse a ella sin pruebas? ¿Acaso debía humillarse y pedirle a Caridad que repitiera
ante Peter lo que había oído? Lo cierto era que ningún comentario probaría nunca todas sus acusaciones contra Candela.
-Y en cuanto a los periódicos mis abogados me han dicho que puedo demandarlos, y eso es exactamente lo que voy a hacer -continuó Peter.
-¿Para qué molestarte? -preguntó Lali temblorosa, involuntariamente.
-Si alguien te ataca a ti es como si me atacara a mí.
Tu reputación está en entredicho, te defenderé. -Pues no te sientas obligado a hacerlo por mí -musitó Lali-. Ya sabes lo que dicen, a palabras necias...
-Tendrán que retractarse en privado de todo, y publicarlo después -continuó Peter mirando de pronto el delicado perfil de Lali-. Y tendrán que revelarme además su fuente de información.Lali levantó la cabeza esperanzada, pero luego volvió a bajar la mirada.
-Los periodistas jamás revelan sus fuentes -comentó.
-Te sorprendería saber lo que son capaces de hacer a puerta cerrada cuando se ejerce sobre ellos la suficiente presión -aseguró Peter-. ¿Cómo te encuentras?
-Creo que... me gustaría estar sola -confesó Lali. Peter se puso tenso-. Lo siento, es lo único que
quiero - añadió Lali apartándose lentamente y poniéndose en pie- .Iré a dar un paseo.
-Iré contigo.
-No.