Sunday, September 6, 2015

capitulo 57

-A pesar de mi corta experiencia en cuanto al sexo, está claro que eres de esos que se acuesta con una mujer y a la mañana siguiente desaparece.
-¿Y tú cómo lo sabes, si no has conocido a nadie con el que compararme?
Lali apretaba su espalda contra la pared con tanta fuerza, que llegó a pensar que se le iban a marcar para toda la vida las líneas de separación entre los baldosines.
Peter movió en sentido negativo la cabeza y la miró a los ojos.
-Lo que intentó decirte es que...
-Que ya has conseguido lo que querías, ¿no? -lo interrumpió Lali, con desagrado y dolor.
Los músculos de la cara de Peter se tensaron de ira. Levantó sus brazos, mostrando su impaciencia y los bajó otra vez.
-¡Qué melodramática eres! ¡Sólo tienes que oírte! -replicó-. ¿Cómo crees que puedo pensar algo así? No sólo eres mi esposa, sino que además es posible que te hayas quedado embarazada.
-No me vengas con ese cuento otra vez.
-¿Crees que no es posible? Santo cielo...
-Me gustaría darme un baño -anunció Lali, mirando la bañera, como si con ello pudiera escapar de aquella situación-. Y después, me iré a Londres y solicitaré el divorcio.
-Tú no te vas a ir a ninguna parte -le dijo Peter, dirigiéndola una mirada fulminante-. Yo me iré al apartamento que tengo en la ciudad. No es el momento de tomar una decisión precipitada.
-¡Pues vete! -lo instó.
-Mírame...
-No quiero... quiero que me dejes sola Peter se acercó a ella y le puso las manos en los hombros.
-No me puedo marchar, dejándote así... cara...
Lali se soltó y se separó de él.
-Deja ya de tratarme como una niña. Puede que sea más emocional que tú, pero soy una persona adulta.
-No siempre te comportas como una persona adulta.
Lali se dio la vuelta, llena de furia, y se encontró más cerca de Peter de lo que ella esperaba. Le puso las manos en el pecho y le dio un empujón. Se desequilibró y sus piernas chocaron contra el borde de la bañera, y se cayó en el agua de un chapuzón.  Lali no pudo hacer otra cosa que quedarse mirando atónita, pero después le entró la risa tonta. Peter le dirigió una mirada cargada de ira, se agarró al borde de la bañera y se puso de pie en el suelo.
-Si fueras un hombre, te daría un puñetazo ahora mismo -gruñó.
Lali se tapó la boca con la mano. Tenía el traje mojado y pegado al cuerpo, como una segunda piel y el suelo estaba encharcado. Al haber salido de forma tan repentina, había sacado media bañera con él.
-Fue un accidente -replicó ella, temblándole la voz-. No quería tirarte...
-¡Me voy! -le gritó-. ¡Y no volveré hasta que me convenzas de que puedes comportarte como una persona adulta!
Una persona adulta, pero sin sentido del humor, salió del cuarto de baño y cerró la puerta de un portazo. Lali empezó a secar el suelo con las toallas, pensando que Peter, después de todo, no era perfecto.

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