¿Qué le importaba que él no la amara? Ya habría tiempo para eso. A pesar de todo, se mostraba muy romántico con ella, siempre estaba atento para darle un regalo y parecía profundamente interesado por su vida pasada. Además, en aquellas tres semanas no habían tenido ni una sola discusión. En aquel apartado no incluía el momento en que la había sacado de la cama antes de que amaneciera para ir a pescar y luego le había dicho que debía acostumbrarse a estar sola, Cuando ella se había decidido a hacerlo, no le había gustado en absoluto.
—Tú te vienes conmigo —le había ordenado.
Mucho tiempo después, cuando Lali había estado más que aburrida de estar en aquel estúpido barco, le había preguntado por qué era tan importante que ella lo acompañara.
—Me gusta tenerte a mi lado.
Solo entonces se le había ocurrido que un hombre que se pasaba veinticuatro horas al día en su compañía y que todavía le parecía poco, le estaba dedicando un bonito cumplido.
Peter colgó el teléfono con un gesto de impaciencia.
—Me temo que los negocios se están entrometiendo incluso antes de que volvamos a casa mañana. Mi madre está en la casa de campo y espera conocerte enseguida, pero yo me voy a tener que ir directamente a Nueva York.
—Oh...
—Sé que no es lo ideal, pero no creo que podamos hacer esperar más a mi madre. ¿Crees que podrías ira visitarla tú sola?
Se sentó al borde de la cama e hizo que Lali se pusiera de pie y se colocara entre sus piernas. Mientras tanto, fue deshaciéndole el nudo del pareo que la joven llevaba puesto. Lali tembló al sentir una pequeña llama que ya se le había encendido en el vientre. Por muy a menudo que le hiciera el amor, nunca se cansaba de él...
—Me excito solo con mirarte —confesó Peter, al tiempo que dejaba que el pareo cayera al suelo y contemplaba apreciativamente los erguidos pechos.
—Yo también...
Peter la acarició. Entonces le quitó el bikini y le tocó suavemente la húmeda y cálida bienvenida que ya lo esperaba. Tras tumbarla en la cama, se quitó la camiseta y los pantalones, revelando una poderosa y firme masculinidad. Peter le acarició delicadamente el cabello e hizo que ella se sentara en la cama y la animó a que lo tocara con la boca, un ejercicio del que Lali se había sorprendido mucho y que le había hecho subir su propio nivel de excitación hasta límites insospechados.
Me encantaaa mass
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