Wednesday, December 2, 2015

capitulo 38

-¿La policía? -repitió Lali, incrédula.
-¿Cómo pudiste ayudar a Euguenia a escapar de casa? Mi hermana me dejó una carta en la que decía que habia vuelto al colegio y yo no me molesté en comprobarlo hasta una semana después.
-¿Al colegio? -repitió Lali.
Peter se pasó una mano por el pelo.
-Cuando descubrí que no estaba en el colegio,imaginé que estaría contigo. Este apartamento lleva una semana bajo vigilancia... -¿Por qué hablas del colegio?
-¿Y dónde va a ir una chica de dieciséis años?
-¿Dieciséis años? No puede ser. Es imposible que tenga esa edad -dijo Lali, incrédula.
-¿Dónde está?
Lali se sentía culpable. Se había dejado engañar por una cría acostumbrada a salirse siempre con la suya. Pero debería haber sospechado la verdad al comprobar su comportamiento inmaduro en el aeropuerto.
-Yo no sabía que tenia dieciséis años, Peter.
-Lo único que necesito saber es dónde esta mi hermana. Olvidaré este asunto si aparece sana y salva.
-Suele llamarme casi todos los días. La semana pasada se fue a París para visitar a una amiga suya, Loretta...
-¿Cómo se llama Loretta de apellido? -preguntó Peter, sacando un teléfono móvil del bolsillo.
-No lo sé. Pero da igual porque esta de vuelta en Londres. Ayer estuvimos juntas -confesó Lali-. Me dijo que estaba en un hotel, pero no me dijo cual y yo no le pregunté. Yo le habría dicho que se quedara aquí conmigo, pero...
-¿Habría sido un estorbo? -la interrumpió él. Lali se quedó pálida. Pero no podía explicarle que aquel no era su apartamento sin decirle que ella no era Marianela y en aquel momento había cosas más importantes que resolver-.¿Tienes su número de teléfono?
-No. Siempre me llama ella. Peter, te juro que yo no sabía que edad tenía.
Pero el no estaba escuchando. Estaba llamando a alguien y hablando en español agitadamente, moviéndose por el apartamento. Lali había olvidado su energía, la manera en la que parecía dominar una habitación cuando entraba en ella y... una ola de deseo que hubiera querido controlar, la asaltó.
-¿A qué número te llama Euguenia, al de este apartamento? -preguntó Peter, volviéndose hacia ella.
-No... tu hermana me regaló ayer un móvil porque era mi cumpleaños, pero aún no me ha llamado -contestó Lali. No quería contarle que Euguenia la había estado llamando al otro apartamento. Todo era demasiado complicado.
-Entonces, tú y ése móvil vais a venir a mi casa. Y no me contradigas. No voy a dejar que to apartes de mi lado hasta que encuentre a mi hermana.
Lali se levantó sin discutir. Se sentía en cierto modo culpable por la situación. -Voy a cambiarme.
-¿Por qué vas vestida así? -preguntó Peter, con el ceño fruncido. -¿A qué te refieres?
-Esa ropa parece la de una mujer a la que no le importa su aspecto.
Lali salió del salón sin contestar. Peter la había visto como era en realidad y no parecía muy entusiasmado. Sorprendida consigo misma, entró en la habitación de su hermana y se puso una falda negra, un estrecho jersey azul claro y zapatos de tacón. Se negaba a pensar por que lo hacía, pero lo hizo de todas formas.

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