Friday, December 11, 2015

capitulo 58

Observó que ella apartaba un poco la cabeza, como queriendo huir del contacto, y a continuación se le tensaban los tendones de la garganta y se relajaban un poco después de tragar, rehuyéndole la mirada en todo momento. —No me importa si te parece bien o no —afirmó ella—. Me limito a decirte cómo van a ser las cosas a partir de este momento. Lo de anoche no volverá a pasar. Parecía decidida. Tanto que Peter no pudo evitar sonreír. No pensaba tomárselo en cuenta. Al fin y al cabo, Lali no lo conocía desde hacía tanto tiempo, como para saber que era un hombre que siempre conseguía lo que se proponía. Y en este caso, no tenía intención de rendirse tan fácilmente; no pensaba dejarla escapar sólo porque se empeñara en decir que acostarse con él había sido un error. Él no pensaba lo mismo. Ni muchísimo menos. Sin dejar de sonreír, le acarició levemente la mejilla y le colocó un mechón de pelo detrás de la oreja. —Lamento discrepar. Lo de anoche fue magnífico. Lali desvió la mirada, al tiempo que sus mejillas se teñían de rojo. —Te quedan menos de dos semanas para volver a tu país, y tengo la intención de disfrutarlas al máximo. De disfrutar contigo. Sé que durante el día tendrás que trabajar, sobre todo si vas a embarcarte en este nuevo proyecto que me has propuesto. Pero estarás libre por las noches, y quiero que las pases conmigo, en mi cama. —De eso nada —contestó ella, sacudiendo la cabeza. Retrocedió un paso, rompiendo así todo contacto. Por mucho que quisiera cubrir la distancia que se abría entre los dos, tomarla en sus brazos y borrar la reticencia de sus adorables labios rojos con un beso, Peter permaneció donde estaba, permitiéndole creer que unos centímetros de espacio la mantendrían a salvo de él. Se insinuó en sus labios una sonrisa ladeada, cargada de ironía. —¿Crees que te atraje hacia aquí y creé un puesto de trabajo a tu medida, sólo para acostarme contigo una noche? Lali —susurró, y adoptó un tono juguetón—, aunque no me conocieras muy bien a estas alturas, seguro que eres consciente de que ningún príncipe llegaría tan lejos sólo por una noche de sexo, por muy espectacular que fuera. Llevado por la determinación, irguió la espalda y echó los hombros hacia atrás. —Soy un poco más entregado que eso —añadió, avanzando lentamente hacia ella, alentado al ver que Lali no apartaba sus grandes ojos de los suyos, y que no hacía ademán de separarse—. Y ahora que te he tenido en mis brazos, no tengo intención de dejarte escapar. Quería hacerte el amor, y lo he hecho, pero no estoy, ni mucho menos, saciado de ti.

No comments:

Post a Comment