Wednesday, February 3, 2016
capitulo 91
-Me parece que eres mucho más intuitiva que Lali -intervino Peter-. Tuve
que alquilar una avioneta para que escribiera en el cielo Te amo sólo para convencerla.
-¡Vaya! ¡Qué barbaridad! ¿Y qué se siente? -le preguntó Liz a Lali.
-Bu... bueno, ha sido algo... increíble, inesperado también... -improvisó Lali.
-¿Y cursi quizá? -añadió Peter.
-Nada de eso. Nunca te he querido más que en ese momento -respondió con
absoluta sinceridad, pues con aquel gesto Peter le había demostrado que, por ella,
podía abandonar su orgullo.
A la hora de comer se sirvió un exquisito buffet en el salón de baile. Lali se
sentía como en una nube mientras Peter la conducía de un extremo a otro de la
estancia presentándole a lo que parecía ser un número interminable de parientes cuyos
nombres muy pronto empezaron a darle vueltas en la cabeza.
Después tuvieron que iniciar el baile; Lali se las arregló para no tener que
bailar con nadie que no fuera su marido.
-Espero que se empiecen a ir pronto... -le susurró esperanzada al oído. Estaba
deseando quedarse a solas con él.
Nada más marcharse el último de los invitados, Peter la condujo al piso de
arriba.
-¿Cuándo te diste cuenta de que me querías? -quiso saber Lali.
-Cuando tuviste la varicela -fue su sorprendente respuesta-, pero no estaba a
dispuesto a admitirlo por nada del mundo. Éste es nuestro dormitorio -anunció
abriendo una puerta.
-¡Qué bien suena eso! Casi no puedo creerme que esto sea cierto.
-No habrás tenido que esperar tanto para saberlo si hubieras sido más paciente
aquella mañana en la playa -Peter tomó su sorprendida carita entre las manos-.
Estuve a punto de decírtelo, pero tú...
-Te solté lo del testamento. Ahora he pensado que entregaré mi parte de esa
herencia a una ONG. Tenía que habértelo dicho de otras forma -admitió-, pero no
quería que supieras lo mucho que te quería...
-Menuda tonta estás hecha...
-Te recuerdo que has dicho que soy el amor de tu vida -continuó Lali mientras
le soltaba la corbata- y que tú eres el amor de la mía.
Peter la condujo hasta la cama.
-Bueno, te recuerdo lo que anotaste en tu lista: machista, egoísta, poco
romántico, insensible, dominante.
-Supongo que tengo derecho a cambiar de opinión, ¿no? -le interrumpió
calurosamente.
-Aunque eres preciosa -Peter la miraba con ojos que parecían esmeralda-,
definitivamente lo que más me gusta de ti es ese chispeante ingenio tuyo, agape mou.
-¡Y pensar que llegué a creer que eras un hombre muy frío! -exclamó, asombrada
ante su propia ceguera-. Dime, ¿Cuántos niños vamos a tener?
-¿De verdad quieres tener un niño? -Peter le sonrió de oreja a oreja. Lali asintió. Aquella idea la emocionaba muchísimo.
-Eres formidable -murmuroPeter roncamente, agachándose para besarla.
Diez meses más tarde, Lali dio a luz a una niña que tenía los ojos tan negros
como los suyos. En cuanto Peter la vio, empezó a adorarla con todo su corazón. Fin
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Me encanto la nove👏
ReplyDelete