Tuesday, May 26, 2015

capitulo 39

-Vamos a cenar... -le indicó Peter.
Sólo entonces Lali se dio cuenta de que alguien había abierto una puerta que llevaba a un comedor en el que había preparada una mesa sencilla y elegante para dos comensales.
Después de sentarse a la mesa, Peter le sirvió agua y Lali se bebió el vaso entero.
-Entonces, Lali, ¿estás dispuesta a olvidar tu hostilidad hacia mí y a convertirte en mi esposa? -insistió Peter.
-No me puedo creer que te quieras casar con una ladrona -comentó Lali con malicia.
Peter la miró a los ojos con intensidad.
-La vida está llena de sorpresas -le dijo.
Lali lo miró apenada porque, en secreto, había albergado la esperanza de que Peter hubiera cambiado de opinión sobre ella.
-Yo no robé aquella joya, no soy una ladrona -le aseguró de nuevo.
Peter no contestó.
Lali sabía lo que quería decir su silencio y tuvo que hacer un gran esfuerzo para que no se le saltaran las lágrimas de rabia. Le hubiera gustado hablar de aquel asunto con Peter, pero era consciente de que no tenía energías para hacerlo y de que, además, lo único que le importaba en aquellos momentos al príncipe era el hijo que iban a tener.
Peter quería casarse con ella para que su hijo fuera legítimo y, para ser sincera, Lali estaba impresionada por el grado de compromiso hacia el bebé que Peter había demostrado y lo poco que había tardado en hacerse cargo de su futuro.
Por supuesto, ella le importaba muy poco, tal y como demostraba que ni se hubiera inmutado cuando le había dicho que lo odiaba, pero, ¿qué esperaba?
Si Peter era capaz de pasar por encima de ciertos sentimientos y de no hacer caso de situaciones desagradables por el bien del niño, ¿acaso no debería hacer ella lo mismo?
Por desgracia, era evidente que a ella le iba a costar mucho más porque estaba completamente enamorada de Juan Pedro Lanzani, un hombre que le había hecho un daño terrible, y le bastaba con levantar la mirada y ver sus maravillosos ojos para darse cuenta de que se estaba arriesgándose a sufrir de nuevo.
Sin embargo, se sentía terriblemente avergonzada porque Peter fuera capaz de considerar única y exclusivamente el bien del bebé y ella, no.
-¿Te vas a casar conmigo? -insistió Peter.
-Sí -contestó Lali encogiéndose de hombros, como dando a entender que le daba exactamente igual.
Peter pensó que Lali se había educado en un ambiente en el que tener hijos fuera del matrimonio estaba muy mal visto y, obviamente, le quería ahorrar a su bebé el sufrimiento de tener que vivir con aquel estigma.
-Te prometo que jamás te daré motivos para que te arrepientas de esta decisión. Voy a preparar inmediatamente la boda -sonrió Peter alargando el brazo y acariciándole la mano.
Sorprendida, Lali se apresuró a retirarla.
-No hace falta que finjamos -murmuró dejando a un lado el plato de sopa que apenas había probado-. Los dos sabemos que nuestro matrimonio no es de verdad, así que no hace falta que disimulemos cuando estemos solos.
Peter tuvo que hacer un gran ejercicio de disciplina y autocontrol para no contestar porque, aunque dentro de su familia tenía fama de ser el más diplomático de todos, cuando estaba con Lali se sentía como un elefante en una cacharrería.
Una vez a solas, tendría que meditar detalladamente sobre por qué cuando estaba con ella no era capaz de ser discreto y juicioso.
De momento, prefirió callar.

3 comments:

  1. lali es tonta no ubiera aceptado tan rapido lo ubiera echo que suplicara que se casara con ella se lo esta poniendo muy facil todo

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