Sunday, May 31, 2015

capitulo 19

—No, Peter. Eso fue un momento de locura.., deja que sea mi excusa. Nada sería capaz de convencerme de que compartiera una cama contigo. ¡No me portaría como una ramera sólo para sacar de apuros a mi hermano!
—Un momento de locura —repitió Peter con mucha suavidad arrastrando las sílabas mientras su mirada helada se deslizaba sobre la cara ardiente de Lali—. ¿Estás completamente segura de que no fue nada más?
Lali le lanzó una mirada de desprecio.
—Fue un accidente, un error. ¿Qué otra cosa crees que podría haber sido?
Peter la examinó con helada intensidad.
—Puede que todavía lo descubras, querida.
Lali inspiró con fuerza para tranquilizarse al sentir las piernas temblorosas.
—No sé de qué estás hablando, pero antes de que te vayas, vas a escuchar lo que tengo que decir acerca de Vico. Tú le diste una enorme cantidad de dinero a un chico de veintitrés años que dejó la escuela a los dieciséis sin haber pasado siquiera un examen. No tenía experiencia para los negocios, ni preparación, guía o supervisión...
—¡Por el amor de Dios!
—Vico ni siquiera sabe hacer un balance, Peter —jadeó, resuelta a continuar volviendo al cabeza antes de que le pudiera ver el brillo de las lágrimas—. Pero sabe todo lo que hace falta saber en el campo de la horticultura y es incapaz de cometer un fraude a propósito. ¡Y tu tienes la culpa del lío en que está metido ahora! Fue una locura dejarle a Vico todo ese dinero y dejarlo solo para que nadara o se hundiera.
—¿Señorita Esposito? —Lali se dio la vuelta con desmayo. El señor Woods estaba en el umbral de la puerta de su despacho—. ¿Qué está pasando aquí? —preguntó con el ceño fruncido de incredulidad.
Con la mandíbula tensa como el acero, Peter exhaló el aliento con lentitud. Después de dirigir a Lali una mirada intensa, desvió la atención a su jefe.
—Mis disculpas por haberle molestado —dijo antes de darse la vuelta para salir sin decir una
palabra más.
Lali se desplomó en una silla. Su jefe la miró un momento, notó las lágrimas que tenía en los ojos y se acercó a buscar su gabardina. Al oír sus pasos alejarse por las escaleras, Lali soltó una carcajada. Había estado esperando un buen sermón, pero el pobre señor Woods había salido huyendo de una secretaria llorosa.
En el diminuto cuarto de baño, se salpicó agua en la cara y con bastante dificultad se recompuso. ¿Cómo podría haber ido Peter allí, en medio de la pesadilla familiar que estaban viviendo, para invitarla simplemente a almorzar? ¿Es que no tenía ninguna sensibilidad? ¿Lo habría llevado allí el mismo deseo de venganza? ¿Querría regodearse con la satisfacción de que su compromiso estaba roto? Sin duda se reiría si supiera que Benjamin ni siquiera sabia que por un día ella sí había llevado el anillo con la intención de casarse con él.
Pero, ¿qué diablos habría querido decir Peter cuando le había preguntado que si no había sido nada más que un acto de locura cuando habían hecho el amor? ¿Qué había esperado que respondiera ella?
Después de trabajar, se fue a casa de Vico y de Stefani. Unos pilares dignos de una mansión embellecían toda la fachada principal y habían añadido una gran extensión a la casa en la parte trasera. No quedaba ni rastro de la vieja granja del abuelo, solo lujo y derroche. Su sobrina mayor, SalIy, estaba sentada en el escalón trasero del invernadero con la cara tiznada y llorosa. Lali se agachó al lado de la niña de ocho años y la miró con ansiedad.
—¿Qué pasa?
—Mamá dice que tendré que ir a una nueva escuela... y no tendré amigos allí —balbuceó Sally
con voz temblorosa—. No quiero ir a una nueva escuela. Me gusta la mia.
Lali entró en la desordenada cocina que hasta entonces había sido el orgullo y alegría de su cuñada. Pero últimamente el aspecto de la casa era el mismo que el estado de ánimo de Stefani. Su cuñada, pequeña y delgada, con el pelo rubio despeinado, le dirigió a Lali una mirada por entre los párpados hinchados.
—Sally me ha contado que va a cambiar de escuela.
—No podemos encontrar nada que podamos permitirnos por aquí —murmuró con tensión—. Y la lista de espera para la escuela del condado es muy larga. Le dijimos a tu padrastro que si nos podría ayudar una temporada, pero empezó a culpar a Vico y ha habido una pelea horrible.
Debían de estar muy desesperados para pensar siquiera en pedirle ayuda a su padrastro, pensó sombría Lali.  se había vuelto a casar dos años después de la muerte de su madre y ahora estaba disfrutando de su jubilación en el bonito chalet de su nueva mujer a unas millas de distancia del pueblo, pero nunca había invitado a sus hijastros allí.
—¿Dónde está Vico?
—No lo sé. Se fue esta mañana a primera hora al centro de jardinería y había un hombre esperando por él allí. El hombre le pidió las llaves y le dijo que ahora estaba él al cargo y Vico no ha vuelto a casa —recitó Stefani con la voz quebrada por las lágrimas—. Así que por fin ha empezado todo. Han puesto a un director para que lleve el negocio hasta que puedan venderlo.., y el próximo
mes será la casa. Vico estaba muy afectado.., simplemente se llevó mi coche y no ha vuelto. Y no sé a quién dirigirme porque nunca creí que esto llegara a pasar de verdad.

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