Monday, June 1, 2015

capitulo 20

Lali pasó un brazo por los hombros temblorosos de su cuñada y la hizo sentarse en una silla.
En ese momento, entró la hermana de sally, Fiona, arrastrando una ajada bolsa de juguetes.
—Estoy empaquetando —anunció con toda la importancia de una niña de cuatro años.
Stefani dirigió una mirada a la cara inocente de su hija y empezó a sollozar desconsolada enterrando la cara entre las manos. Fiona también rompió a llorar asustada y el bebé metido en el parque infantil lanzó un grito de simpatía.
Lali se concentró en los niños, levantando a su sobrino, Robin, y llevándoselo con Fiona al recibidor donde estaban los juguetes. Pero en toda su vida no recordaba haber sentido tal impotencia. Ella vivía en un pequeño apartamento alquilado de una habitación y no podía ofrecerles alojamiento.
Vico y Stefani se habían casado cuando eran adolescentes. El abuelo de Lali les había permitido vivir con él hasta su muerte y había dado un empleo muy precario a Vico en su negocio de jardinería.
Peter nunca había visto cómo vivían Stefani y Vico entonces. Stefani se había acobardado ante la idea de recibir a Peter en su casa ruinosa, así que habían tomado el tren para Londres para reunirse con Peter en su impresionante mansión georgiana. Lali todavía recordaba a los dos sentados en el salón con sus mejores ropas, intimidados por el lujo que los rodeaba y después alucinados cuando Peter les había ofrecido el dinero necesario para convertir sus sueños en realidad.
Después de las penurias económicas que habían pasado, habían sido tan derrochadores como dos
niños pequeños y ahora estaban pagando el precio.
Lali se quedó hasta que volvió su hermano a casa a las ocho. Para entonces, ya había convencido a Stefani de que se echara una siesta, había dado de comer a los niños y los había metido en la cama. Vico tenía la mirada perdida y los ojos inyectados en sangre cuando apareció en el recibidor. Parecía agotado, con la cara tensa y los hombros hundidos con gesto de derrota.
—Supongo que ya te habrá contado Stefani lo del nuevo director del centro de jardinería —
murmuró—. Bueno, como me ha dicho nuestro padrastro, una vez perdedor, siempre perdedor. Primero el fallo académico y ahora como hombre de negocios.
Cuando volvía a su apartamento pocos minutos más tarde, Lali todavía estaba conmocionada por la crueldad de su padrastro de patear a Vico cuando ya estaba caído. Al entrar por la puerta, el teléfono estaba sonando. Cerrando con debilidad la puerta tras ella, se acercó a descolgarlo.
—Soy Peter, Lali.
El silencio se extendió por la línea. No se le ocurría nada que decir.
—Tengo una proposición de negocios que hacerte y, sí, se refiere a tu hermano —explicó Peter
con suavidad—. Te veré en mi oficina para discutirlo a las dos en punto de mañana.
Lali tragó saliva. Se sentía en una nube, incapaz de pensar con claridad.
—Pero.., estoy trabajando... No, está bien. ¡Allí estaré! —se apresuró con miedo a que Peter
cancelara la oferta.
—¿Te mando un coche para buscarte? —preguntó con cortesía Peter—. Nunca te ha gustado
conducir entre el tráfico de la ciudad.
—No, gracias. Tomaré el tren.
Jadeante y aturdida, Lali colgó y estuvo a punto de marcar el teléfono de Vico, pero se resistió a la tentación. No, sería mejor no decir nada hasta que hubiera hablado con Peter. ¿Le habría hecho efecto algo de lo que ella le había dicho esa tarde como para despertar. su compasión? Sacudió la cabeza aturdida.
Curiosamente, ella había creído que al haberle gritado a Peter, habría desatado su rabia porque él no estaba acostumbrado a la censura como el resto de los mortales. Pero si no hubiera gritado, no la habría escuchado...
Lanzani Investments ocupaba un edificio imponente y moderno en el centro de la ciudad. Cuando Lali se sentó en la lujosa zona de recepción de la planta de ejecutivos, las columnas de bronce inmaculadas y los cristales ahumados le parecieron bastante intimidantes. Pero no siempre había ido así. Podía recordar otra ocasión en que haciendo caso omiso de las objeciones de la recepcionista, había anunciado alegre su intención de sorprender a Peter, segura de sí misma, ya que le había pedido que se casara con él la noche anterior.
Entonces había encontrado a Euguenia en su despacho, sentada con elegancia en el lujoso sofá y
tan relajada como si estuviera en su casa.
—Creo que debo felicitarte —había dicho con tono lacónico—. Peter está en una reunión. ¿Te esperaba?
—Bueno, no... pero.... Pensé que podíamos comer juntos.
—Salimos en avión para París dentro de un par de horas. Me temo que has elegido un mal día
para venir a verlo.
En aquel momento, esa era la conversación más larga que había mantenido con la prima de Peter. Los ojos azules de Euguenia habían sido más fríos que el hielo. Sólo cuando se habían prometido, Euguenia le había prestado algo de atención y no era el tipo de atención que a Lali le
hiciera sentirse cómoda. Con el paso de las semanas, había empezado a desagradarle la mujer que parecía ligada a casi todos los aspectos de la vida de Peter.

3 comments:

  1. me intriga que le va a proponer peter a lali sobre vico sube mas ♥

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  2. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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