capitulo 52

Lali sólo oyó «Paula dice». Inmediatamente, sus ojos negros se fijaron en la atractiva mujer que tenía ante sí. Desde luego, era increíblemente bonita. Tenía ojos almendrados, piel del color de la miel y una preciosa melena de rizos oscuros.
-Te has quedado lívida... no te pongas nerviosa -le dijo su cuñada malinterpretando su malestar.
Lali se apresuró a decirse que seguramente Paula era un nombre común en aquel lugar y que aquella mujer no tenía por qué ser la Paula de la que Peter estaba enamorado.
El vestíbulo central del palacio estaba lleno de gente esperándola. Mientras pasaba entre la multitud, Lali vio a su hermano, que sonrió satisfecho y, al final, vio a Peter, ataviado con un espectacular uniforme militar negro y escarlata, con una espada que le colgaba a un lado.
Estaba magnífico.
Cuando llegó a su lado, Peter la tomó de la mano y el responsable religioso pasó a celebrar la boda en árabe y en inglés.
-Ahora vas a conocer a mi padre -anunció Peter al terminar la ceremonia.
Efectivamente, a continuación condujo a su esposa a una sala privada donde los esperaba el rey Mariano, que resultó ser un hombre alto y corpulento, de rostro muy serio.
A través de Peter, porque el rey no hablaba inglés, el monarca le dijo a Lali lo contento que estaba de que su hijo la hubiera elegido como esposa porque bastaba con mirarla a los ojos para darse cuenta de que era una mujer de gran corazón y le dio las gracias por haber dado a luz a Santino, que habría de ser la alegría de su vejez.
Lali aceptó el cumplido encantada y, a continuación, se dirigió con Peter al enorme salón donde iba a tener lugar la cena. Hubo danzas populares, se leyeron poemas y los novios bebieron miel con agua de rosas.
Antes de empezar a cenar, Peter le indicó a Lali que podía cambiarse de ropa y la condujeron a una habitación donde le esperaba un precioso y mucho más cómodo vestido blanco y una tiara de perlas.
Cuando volvió a entrar en el salón, Peter no podía apartar los ojos de ella.
-Estás preciosa -le confesó.
Después de la cena, compuesta por todo tipo de platos delicados y exóticos, le presentaron a Lali a un montón de dignatarios y personas notables del país y, en un momento dado, Lali advirtió a una pareja que se estaba peleando al fondo del salón y reconoció a la joven que había visto unas horas antes.
-¿Quién es aquella pareja de allí? -le preguntó a su marido.
Peter siguió la dirección de su mirada y se tensó.
-Son mi hermana de leche y su marido -contestó.
-¿Qué es una hermana de leche?
-Cuando mi madre murió, la madre de Paula me amamantó.
Lali palideció.
Así que era ella, era la Paula de la que Peter estaba enamorado. Lali sintió que se le formaba un horrible nudo en la garganta y que los ojos le picaban.
Al percibir su zozobra, Peter la tomó de la mano y la condujo a la pista de baile.
-Sé lo que estás pensando y, obviamente, tenemos que hablar de este asunto, pero no es éste el momento -le dijo comenzando a bailar-. Te prometo que nos iremos pronto y hablaremos.