Salió del cuarto de baño como un ratón intentando despistar a un gato. Se sentía absolutamente ridícula con el grueso camisón de algodón blanco que se había comprado en un arrebato de rabia. De mangas largas y cuello alto, le caía en pliegues informes dándole el aspecto de una ballena varada. Las luces indirectas iluminaban la enorme cama. Peter estaba tendido contra los almohadones cubierto peligrosamente con sólo una sábana que revelaba una poderosa pierna mientras veía las noticias de la televisión.
—Deja de revolotear como una mariposa —espetó Peter sin volver siquiera la cabeza,
demostrando que tenía un oído muy fino.
Lali sintió que las manos le transpiraban.
—¿Y qué quieres que haga si no? —preguntó con evidente sarcasmo.
Peter volvió su escultural perfil para estudiarla. Le brillaron los ojos de incredulidad.
—¿Pensabas flotar hasta el techo como Mary Poppins? ¿O hay algo insinuante y sexy bajo todos
esos botones?
—Me temo que no.
—Entonces, quítatelo ahora mismo —murmuró con sequedad Peter. El que paga manda —
prosiguió con suavidad sedosa Peter—. Una de las lecciones más básicas de la vida, pequeña mía.
—Eres una serpiente —dijo Lali temblorosa mientras se daba la vuelta con prisa para acabar enroscándose los pies en el dobladillo del camisón.
Tropezó y habría caído si un poderoso brazo no hubiera surgido de repente para sujetarla por la
cintura a tiempo.
—Tienes razón.., pero estaba intentando no pensar en nuestra noche de bodas.., tú metida en aquel cuarto de baño negándote a salir. Y cuando esta noche has tardado una hora y media y has aparecido cubierta como una vestal...
A Lali se le llenaron los ojos de lágrimas. Le entendía aunque no quisiera hacerlo. Y la conmovió que recordara aquella noche fatídica. Por un momento, se permitió permanecer en contacto contra aquel calor y fuerza masculinas antes de obligarse a apartarse.
—Esto no va salir bien -dijo con voz ronca.
En respuesta, Peter se inclinó y la levantó en brazos antes de que ella pudiera darse cuenta de sus intenciones. La tendió en la cama estirando el camisón con aire circunspecto sobre los dedos de sus pies. Dirigiéndole una mirada reflexiva, sus claros ojos esmeralda de repente brillaron de diversión y extendió los pliegues alrededor de sus tobillos con el mismo cuidado que si estuviera preparando una sesión fotográfica.
—Ahora pareces la efigie de una tumba medieval. Preciosa e inasequible.
—¿Es que no has oído lo que he dicho?
Profundamente desconcertada por su cambio de humor volátil, Lali se incorporó de nuevo, su sedosa melena cayendo en ondulantes ondas sobre los hombros.
Peter la cubrió con la sábana como si estuviera arropando a un niño.
—Estás sufriendo de los nervios de la primera noche, eso es todo.
—¡Pero no puedo seguir con esto! —jadeé Lali desesperada por que lo entendiera—. ¡Es un error!
Peter estiró una mano para bajar la intensidad de los interruptores sobre la cama hasta dejar una luz íntima y acogedora.
Lali sacudió a cabeza sin querer mirarlo porque sabía que nunca debería haber dejado que las
cosas llegaran tan lejos.
—Ha sido una locura por mi parte creer que podría... pero tampoco lo pensé muy bien... sólo pensaba en Vico, en Stefani y en los niños... y en el ardor del momento, creí que no me quedaba otra elección... y no puedo culparte porque me has recordado que la elección era mía
Los esbeltos dedos se deslizaron con suavidad entre su pelo para calmarla mientras que con la otra
mano la atraía por la cadera para acercarla más a él.
—Ya hablaremos de ellos por la mañana —prometió Peter confortador.
—Pero no habrá ningún mañana... ¡Necesito hablar ahora mismo! —aseguró Lali con fervor.
—Te estoy escuchando —señaló Peter mientras alzaba la cabeza y apretaba los labios contra su garganta.
Lali se arqueó y sus senos se inflamaron contra el abrasivo algodón haciéndola consciente de la
extrema sensibilidad de sus pezones.
—No... no puedo pensar cuando haces eso —murmuró turbada—. Y estoy intentando explicar que...
Las cálidas manos le rozaron los pómulos, los largos dedos le apartaron el pelo con delicadeza de las sienes.
—Iremos paso a paso.
me encanto mas
ReplyDeletemaasss
ReplyDeleteme encantaa
quiero q le diga lo q escucho d Eugenia! para saber q le respondeee
ujju
ReplyDeleteotro
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