Friday, September 4, 2015

capitulo 48

-Quiero ducharme... y sólo hay un cuarto de baño -le recordó, mirándola con tal intensidad que era como si le quitara la piel a cachos-. Si quieres despedirte personalmente de tu familia, será mejor que te des prisa. Si no, los puedes llamar desde Roma.
-¿Roma? -repitió Lali, levantando la toalla mojada y cubriéndose los pechos con ella-.
Pero yo no voy a Roma...
-Sí, sí vas -le confirmó Peter, con mucha tranquilidad-. ¿Dónde pensabas que ibas a ir? -Yo pensaba... pensaba que íbamos al aeropuerto y allí nos separaríamos... pensaba que yo me iba a ir a casa...
-Pues estás confundida. Todavía no han pasado tres semanas. Y por cierto, la cuenta atrás empezó hace una hora, justo en el momento en que nos metimos en esa cama -le dijo Peter, mientras se metía en la ducha.
-¿No pretenderás retenerme con toda la publicidad que ha habido?
Peter se quitó el albornoz y lo dejó caer al suelo, quedándose completamente desnudo. -Cara... a mí me da igual -le respondió, con gesto implacable, como el de una escultura griega-. Lo único que me preocupa es la posibilidad de que tengamos que seguir viéndonos toda nuestra vida...
-¿Cómo dices? -le preguntó Lali, sin saber a qué se refería.
-Que hemos hecho el amor sin tomar ninguna precaución -replicó Peter, con tono grave-. Como no has dicho nada, yo he asumido que no tenía que preocuparme por tu fertilidad.
-¿Quieres decir que no te pusiste...? -no se atrevió a terminar la pregunta, al recordar que él no se había puesto nada. El pánico atenazó su cuerpo, ante la posibilidad de quedarse embarazada de alguien que la despreciaba. Poco importaba que ese hombre estuviera casado con ella.
-Pero si crees que con ello vas a poder sacarme más dinero, cometes un error del que te vas arrepentir -le aseguró Peter, con gesto frío como el acero.
Lali sintió un nudo en la garganta. Lo miró, con los ojos como platos.
-No me dignaré siquiera a responder a esa acusación -replicó tensa.
-Me divorciaré de ti, aunque te hayas quedado embarazada -le dijo Peter, con crueldad-. ¡Tres semanas más y habrás desaparecido de mi vida!
-Peter... -suspiró Lali, pero se detuvo, al darse cuenta de que la emoción afectaba su dicción. No queriendo indagar más en las confusas y complejas emociones que se apoderaban de ella, prefirió pensar que había remotas posibilidades de concepción. -No creo que ninguno de mis óvulos esté dispuesto a aceptar un espermatozoide de los Lanzani- contraatacó Lali-. ¡Estoy convencida de que tus células reproductoras están en este instante perdiendo la batalla en territorio hostil!
-Espero, por el bien de los dos, que tengas razón -replicó Peter, cerrando la puerta de la ducha con una violencia, que reflejaba su estado de ánimo.
Mientras salía del baño, con los ojos cargados de lágrimas, Lali se recriminó a sí misma su extrema sensibilidad. ¿Por qué le tenía que doler su actitud? ¿Por qué iba a tener tan mala suerte de quedarse embarazada? Era mejor pensar lo contrario.

-Pero en su pasaporte tiene el apellido Esposito, signora -le dijo el inspector de policía, frunciendo el ceño con sorpresa-. Según esto usted está soltera. -Lali solicitó el pasaporte británico, con su nombre de soltera, antes de casarnos -mientras Peter
hablaba, ella lo observaba. Llevaba un traje muy elegante, color gris perla, ajustado a sus hombros y a sus estrechas caderas. Lali no podía apartar la mirada.

3 comments:

  1. peter esta para que le den unos buenos golpes, y lali no se porque se deja que la trate asi

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  2. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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