Sunday, September 6, 2015

capitulo 59

Estaba en el vestíbulo cuando Peter entró en la villa. Con un traje beige de corte muy elegante, con una camisa blanca y corbata de color granate, tenía un aspecto que quitaba la respiración. Treinta y seis horas sin verlo la habían hecho olvidarse de lo guapo que era. Se quedó mirándolo, asustada por el amor tan profundo que sentía por él.
-Te he echado mucho de menos -admitió Peter, mirándola a la cara-. Es verdad. -Seguro que se te ha roto el corazón al ver que estaba esperando como una fiel esposa -le dijo, con una sonrisa de oreja a oreja-. He pensado que dadas las circunstancias sería divertido... -¿Divertido?
-Sí, porque la verdad no te conozco mucho, pero me alegro de que por fin podamos ser amigos. Tienes que admitir que no conectábamos, porque no teníamos nada en común... a excepción de los asuntos de cama.
Peter se puso detrás de ella. Lali giró la cabeza, para ver lo que hacía.
-¿Pero que...?
-Estaba mirando a ver si encontraba algún interruptor en tu espalda -le contestó Peter-. Para ver si se te puede apagar. Porque en treinta segundos que llevo aquí, no has parado de mencionar temas bastante delicados.
Lali tragó saliva.
-Si quieres me salgo otra vez y puedes interpretar el papel de esposa -le sugirió Peter.
-¿Qué es lo que quieres de mí? -le preguntó Lali.
-Estar contigo.
-No lo entiendo... -murmuró Lali.
Peter le puso una mano sobre el hombro y empezó a caminar con ella a su lado.
-No es importante, cara. La culpa es mía. No tenía que haberte dejado sola tanto tiempo.  Lali se acurrucó a su lado, como una gata en celo, restregando la cabeza contra su hombro.
-La verdad es que me ha venido bien estar sola... y los dibujos que enviaste eran muy divertidos... pero ahora lo que quiero es volver a la vida de antes, ¿vale?
-Eso no es posible -respondió Peter.
-¿Y por qué no? -apartándose a toda prisa, Lali lo miró. Su rostro expresaba calma. Salió a los jardines interiores de la casa y se detuvo frente a una fuente. -Estás pensando en que puedo estar embarazada, ¿no es cierto? -murmuró ella, al cabo de un rato.
Peter sonrió.
-¿Y no crees que más bien estoy pensando en lo que hacemos en la cama?
-Te hablo en serio... -Lali luchaba con todas sus fuerzas para no desmayarse, cuando comprobó el efecto de su sonrisa-. No es posible que tengamos tan mala suerte. -Eso depende en lo que tú interpretes por suerte. ¿Cuándo lo sabrás? -le preguntó Peter, con gesto cansado.
Lali se encogió de hombros. La actitud mojigata de Teresa en lo que se refería a los mecanismos biológicos de su cuerpo, había dejado huella en la adolescencia de Lali.
-Tarde o temprano... pero no me preguntes cuándo, porque no estoy muy segura. Lali no llevaba la cuenta de la regularidad de sus menstruaciones. Más o menos recordaba que la última había sido dos o tres semanas antes.
-Yo creo que es una tontería que nos preocupemos por algo que ya no se puede solucionar -respondió Peter con frialdad.
-Parece que has cambiado de tono.

3 comments: