Tuesday, February 2, 2016

capitulo 76

-Tenía que hacerlo. ¿No pensarías que iba a dejarlo escapar después de lo que te hizo? Te robó parte de tu vida y, no contento con eso, te machacó con ese préstamo... -Peter, Leland está enfermo... -Desde que le quitaron el bypass está tan bien como cualquiera -adujo Peter-. Pero se siente muy avergonzado de sí mismo, lo que no me extraña nada. -¿Has hablado con él? -En presencia de Jennifer. Ahora que conoce la verdadera historia de tus tratos con su marido está eufórica. Leland no tenía ninguna intención de confesar la verdad, así que su vanidad humillada será su castigo. Te tenía atrapada en toda esa charada sólo para impresionar a Jennifer. -Nunca se me habría pasado por la cabeza que pudieras odiarlo tanto. -Ahora eres mía -dijo Peter con frialdad-. Y me gusta cuidar de todo lo que me pertenece. -Yo no te pertenezco... sólo paso por tu vida... -replicó Lali ofendida. Le daban ganas de pegarle, pero apretó los dientes porque sabía que si se acercaba a él, se derretiría entre sus brazos como una bola de nieve en una hoguera. Casi siete días sin su presencia habían supuesto una tortura que la había debilitado enormemente. Peter, sentado al borde de la cama, no dejaba de mirarla intensamente. -Al ver a Leland y a Jennifer -dijo con tranquilidad-, he reflexionado en cómo nos gusta a los adultos jugar con los sentimientos. Qué error tan grave es subestimar a tu oponente... Lali se estremeció. ¿Juegos? No, Peter no podía darse cuenta de lo que intentaba hacer. Además, ella no se proponía ningún juego, ¿o sí? -No sé qué quieres decir... -Leland rechazó a su mujer. Jennifer tuvo una estúpida aventura y no se disculpó. Leland se ofendió y no la perdonó. Así que se pasaron tres años haciéndose la vida imposible, enzarzados en continuas peleas, pensando en el divorcio sin llegar a hacer nada para lIevarlo a cabo. Y en todo ese tiempo no se dieron ni un respiro. -Qué locura -susurró Lali. -¿Verdad? -dijo Peter consultando el reloj-. Me encantaría quedarme, pero le he prometido a mi sobrino Demetrios que iría a la fiesta de su vigésimo primer cumpleaños... y se me hace tarde. Lali se quedó sentada más inmóvil que una piedra. -¿Te vas? -dijo con un débil hilo de voz. -Tengo una vida social muy activa. Negocios, compromisos familiares, en fin. Pero la presión del tiempo y la distancia convertirán en algo maravilloso los pocos momentos que podamos compartir. -¿Los pocos momentos... ? -repitió Lali con temor-. ¿Y esperas que me quede aquí sentada esperando tu próxima visita? -Lali empiezas a hablar como una verdadera esposa -dijo Peter con una sonrisa de satisfacción-. Bueno, tengo que irme, vendré a cenar mañana. -Voy a salir.

No comments:

Post a Comment