El silencio que siguio tenso los nervios de Lali aún más. Peter fruncio el ceño, asombrado por esa sorprendente declaracion, y la miro fijamente.
—Simplemente aún no se lo que quieres de mi—afirmo Lali, sacando fuerzas del miedo que la paralizaba. Si ya lo habia estropeado todo con su pequeña acctuacion, no tenia nada que perder. Su padre perderia la cabeza con ella y además seguiria enterrada viva en Lexos años y años.
—¿Lo que quiero de ti? —pregunto Peter fascinado, tras notar la chispa de panico que habia iluminado sus enormes ojos negros durante un segundo.
—Necesito saber lo que quieres —volvio a decir Lali—. Quizá no quieras que interfiera en tu vida si nos casamos. Eso no importa. No lo haré. No te preocupes por eso. Soy una persona practica y muy callada. Ni siquiera sabras que estoy alli. Cuando sepa lo que te gusta, todo sera como tu quieras.
Peter sintio un fogonazo de compasion y de ira. Era hacia su padre por darle a Lali la impresión de que tendria que hacer ese tipo de concesiones y compasion porque ella se sintiera obligada a humillarse ante él.
—Solo tengo una pregunta que hacerte. ¿Quieres casarte conmigo?
Lali, temblorosa, bajo los ojos y apreto los labios. Era una pregunta obvia, que debia haber previsto, pero era mas dificil de contestar de lo que nunca hubiera imaginado, pues no solia mentir. Cuando volvio a alzar las pestañas y se encontro con la intensidad interrogante de esos ojos verdes, se quedo sin aliento y sus pechos se tensaron bajo el vestido. Noto, avergonzada, que sus pezones se erguian y una rafaga de calor acariciaba su pelvis. Pero no podia dejar de mirarlo.
—Lali... Soy consciente de que tu padre tiene una personalidad dominante. Si te sientes presionada...
—¡Oh, no! —interrumpio Lali rapidamente, al ver el rumbo que tomaba el dialogo—. ¿Cómo has podido pensar eso?
—No se que pensar —confeso Peter con la franqueza que solo utilizaba con su propia familia—. Me estas desconcertando.
—Deseo casarme contigo más que nada en el mundo —murmuro Lali entre dientes, hechizada por la luz de esos ojos, sin saber de donde salian sus palabras. Los pomulos de Peter se oscurecieron de sorpresa, no esperaba una declaracion tan emotiva.
—¿Por qué? —pregunto, como si lo que acababa de decir no fuera suficiente, aunque sin duda lo era.
—Tenia una foto tuya en mi armario, en el internado —su clara piel se tiño de rosa al decirlo—. Todas teniamos fotos. Yo tenia la tuya.
Inicialmente desconcertado al saber que habia sido el amor platonico de una colegiala, de repente, Peter sonrio, y fue una sonrisa tan amplia y carismatica que a Lali le temblaron las rodillas.
“Te atrape”, penso Lali con satisfaccion, a pesar de esa sonrisa. Se lo habia creido, y no tenia por qué no hacerlo. Estaba acostumbrado a la adulacion constante de mujeres que lo perseguian. De hecho, habia sido una compañera de Lali la que se moria por el a los quince años. Lali habia pensado que el amor platonico era infantil y una perdida de energia, y en el armario tenia puestas las fotos de su perro.
—Supungo que por algun sitio hay que empezar —concedio Peter con una risa grave y divertida.
Creidoo jajaja
ReplyDeleteMmaassss