Se recrimino mentalmente por haber sospechado de sus motivos y de su moral en la galeria. Su honradez era refrescante pero ingenua. Pero esa ingenuidad era comprensible habiendo llevado una vida tan protegida. Supuso que era posible que en el futuro, cuando recordara esa escena, Lali lo odiara por haber escuchado esa torpe declaracion, ya que él no tenia nada que ofrecer a cambio. En el plano material, nada en absoluto y eso no le gustaba. De hecho, ya habia decidido como enfrentarse a ese posible problema.
—Creo que nuestro matrimonio irá mejor si pones tu futura herencia a nombre de los hijos que podamos tener, y vivimos de mis ingresos —expuso Peter.
Lali se alegro de no tener planes de convertirse en una mujer mantenida. Como un macho tipico, queria que su esposa dependiera de él. Le asombraba que se atreviera a sugerir un acuerdo similar solo para conservar su preciado orgullo varonil. En la misma situacion ningun hombre aceptaria ese acuerdo. Parecia que el no imaginaba que Lali pudiera ser rica, pero lo era, puesto que habia heredado una fortuna considerable de manos de su madre y de su hermano. Ni siquiera se planteaba la posibilidad de tener hijos con el.
—Lali... entiendo que será una decisión muy dificil para ti, pero me gustaria que la consideraras seriamente —continuo Peter.
—Lo pensare —replico Lali con ojos entrecerrados. ¿Vivir en una casita al estilo de los Lanzani? Si hubiera nacido Esposito y se planteara en serio ser su esposa, las negociaciones habrian terminado en ese momento. Pero en realidad no le importaba el dinero, la riquiza solo habia creado sufrimiento en su familia.
—Tu padre lo desaprobará, pero no pienso permitir que interfiera en nuestro matrimonio —él apreto la mandibula y la miro con ojos desafiantes—. Eso tambien tendras que aceptarlo.
—Sí, por supuesto —Lali estuvo a punto de soltar un suspiro de alivio al pensar en su futura escapada. Las palabras de Peter habrian provocado una batalla campal. Alejo no era un padre cariñoso pero, por orgullo, no permitiria que su hija viviera en algo menos que un palacio. Se recordo que eso no llegaria a ocurrir; su relacion con Peter no pasaria del dia de la boda. Además, Peter estaba dictando los terminos de un pacto de negocios, no de un matromonio.
—Necesito que manifiestes tu propia opìnion —esclamo Peter con exasperacion, al verla inmovil como una estatua, sin desvelar ningun pensamiento. Lali penso que no era cierto, las ordenes nunca contaban con la opinion de los demas.
—Estoy de acuerdo con todo lo que has dicho —contesto, entrecerrando los ojos, porq ue cada vez que lo miraba volvia a sentir su oscura y letal atraccion.
—Pero tendrás algo que pedirme a mi—insistio él.
—Me gustaria pasar la luna de miel en París —pidio Lali con voz temblorosa—.
Tienes una casa allí, ¿no?
—Tambien tengo una casa preciosa en el Caribe.
A Lali la irrito que incluso le discutiera una peticion tan simple. Era inevitable, todos los hombres despiadados y con éxito eran incapaces de ceder ante los demás.
Pero, quisiera o no, irian a París. Tenia que llevarla a una ciudad para que pudiera abandonarlo. Organizar una escapada desde un lugar remoto como el Caribe podría ser demasiado dificil.
mas novelita
ReplyDeletequiero mas
ReplyDeletemasssssssssssssss
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