La ayudó a saltar el muro. De pronto, se oyó otra alarma. Lali saltó a la carretera y fue a esconderse entre algunos arbustos. De pronto apareció un coche de policía que frenó justo al Iado de las puertas de hierro de la entrada. Lali se alejó a todo correr por la carretera. Mientras corría, pensó que lo mejor era que Peter diera a Pablo otro trabajo, si estimaba en algo su seguridad.
¿Pero a ella qué más le daba? Bueno, a pesar de estar intentando alejarse de él todo lo que podía, no por eso deseaba que le pasara nada malo. Su padre lo había querido mucho. Y por lo que a ella se refería, Peter le había robado el anillo y había roto el acuerdo. Estaba solo y sola estaba ella. Y eso era lo mejor para los dos.
-¿Pero dónde diablos estás? -le gritó Nico al teléfono.
Lali se apartó el auricular.
-En Mallorca
-¿Mallorca? ¿Y qué estás haciendo allí? ¡Por lo menos le podías haber dejado a ese tipo una nota!
-¿Desde cuándo sientes pena por Peter? -le interrumpió Lali.
-Desde que se mostró realmente preocupado por ti -le informó Nico-. Estás en un país extranjero, no conoces el idioma, no tienes dinero y te marchaste en mitad de la noche.
-Tampoco es para tanto -contestó Lali, sonrojándose.
-Peter estaba como loco cuando vino, porque estaba seguro de que te iba a encontrar aquí, pero cuando descubrió que no estabas empezó a entrarle pánico.
-Es imposible que Peter sienta pánico...
-¿De dónde sacaste el dinero para irte a Mallorca?
-Qué más da. Lo que quiero saber es...
-Dime dónde estás e iré yo también contigo.
-No seas ridículo...
-Estoy harto de que tanto Peter como tú os comportéis como dos lunáticos. La última vez que lo vi, estaba movilizando a la policía griega para que te buscaran por todas partes. Si no me dices dónde estás, le diré que me has llamado desde Mallorca...
Cinco segundos más tarde, Lali salió de la cabina de teléfonos sin saber todavía cómo se había enterado la prensa de lo de la boda. Le molestaba estar disgustada con Nico, pero ya era hora de que se enterara de que había dejado de ser la niña de trece años que él había salvado de un intento de violación. Se subió a la motocicleta que había alquilado, tratando de no pensar en el estado tan delicado en que había dejado su cuenta de ahorros.
Salió del pueblo, todavía medio dormida, y subió por la sinuosa carretera de montaña, con sus peligrosas curvas y terroríficos precipicios. Saber que Peter había ido a Inglaterra a buscarla la hacía sentirse perseguida. Aquello la puso furiosa. No hacía ni un mes que había conocido a aquel canalla y estaba actuando como si le perteneciera. Ella había cumplido el trato al que habían llegado, casándose con él, y no tenía ningún derecho a pedirle otro sacrificio.
Al mediodía, Lali estaba observando una placa de hierro que colgaba de unas puertas bastante corroídas por el óxido. Son Fontanal estaba sobre una colina muy empinada, rodeada de pinos. Media hora más tarde, después de dejar la motocicleta debajo de unos árboles, Lali contemplaba boquiabierta el sitio donde su padre había nacido.
La casa tenía un tejado rojo y muros de piedra de color melocotón, las dos alas del edificio dedos pisos estaban unidas por una logia, sostenida por dos pilares cubiertos de jacarandá. En la parte sur se veía una serie de arcos alrededor de un jardín donde había palmeras. El conjunto era bastante viejo. Le faltaban algunas tejas y había algunas grietas en algunos muros.
Pero en absoluto era un edificio en ruinas, como Peter había dicho.
Subió corriendo hacia la casa y se detuvo cuando estuvo en el patio de entrada. Había una señora mayor dormitando en una silla a la sombra que proyectaba la logia. Cuando Lali se acercó, preguntándose cómo iba a presentarse, la mujer se despertó y la miró con cara de sorpresa. Pero inmediatamente su cara se dulcificó y le sonrió.
Levantándose con increíble vigor, abrió sus brazos, como esperando que Lali fuera también a abrazarla.
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ReplyDeleteque sufra peter por machista y arrogante asi se hace lali no digas donde estas.
ReplyDeletesube mas =)
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