Abrazado a Lali, Nico la miraba a la cara con sus ojos azules.
-Tienes un aspecto horroroso. ¿Qué te ha pasado? -le preguntó.
-¡Vámonos a dar una vuelta en coche! -la invitó Lali, sentándose en el asiento de al lado del conductor-. ¿A qué esperas?
-¡Peter! -respondió Nico, imitando el sonido de la película Tiburón.
-¡Deja de hacerte el gracioso! -gritó Lali, mirando a su alrededor, temiendo que Peter apareciera en cualquier momento-. ¡Creo que estoy enamorada de él!
Lo dijo sin pensar y Nico ni siquiera tuvo la decencia de sorprenderse.
-Y, a todo esto, ¿tú por qué has venido? -le preguntó.
Nico se metió en el coche y arrancó.
-Desde hace tiempo había querido tomarme unas vacaciones. Cuando me dijiste que estabas en Mallorca, me imaginé tumbado en la arena, al sol, y tomé el primer avión.
Mientras bajaban por las empinadas cuestas, disminuyendo de velocidad en cada una de las curvas, Lali pensó en Peter, hasta que la cabeza le empezó a dar vueltas.
Le había robado su tranquilidad y su seguridad. ¿Y qué le había dado a cambio?
Desde el momento en que trató de demostrarle su identidad, desde el momento en que deseó que su matrimonio fuera un matrimonio de verdad, tendría que haberse dado cuenta de que se había enamorado de él. Pero lo único que quería Peter de ella era sexo. Si no se hubiera publicado la noticia de que se habían casado en secreto, la habría dejado a la mañana siguiente sin sentir remordimiento.
-¿No me preguntas nada sobre el artículo que apareció en los periódicos? -le preguntó Nico-. ¿No te dijo Peter que yo tuve la culpa? Es verdad, fue culpa mía. Cometí la estupidez de contárselo a mi hermana...
-¿A Cande? -le preguntó, mirándolo.
-Siempre ha querido salir con ese tipo, Mitch, el periodista. Se lo dijo para impresionarle. Así que le invitó a casa a tomar café y le dio la foto que te había hecho.
En ese momento,Lali recordó que el día que Nico y ella se mudaron a la casa, había sido la hermana la que había llevado la cámara. Cande le había regalado una copia de la foto. -Y desde entonces no lo ha vuelto a ver, porque consiguió un puesto en un periódico londinense. Por suerte sólo le conté que te ibas a casar con Peter y nada más. Ella piensa que lo conociste en Londres -continuó contándole Nico-. Si hubiera sabido lo de Nicolas y el testamento, se lo habría contado también a ese periodista.
Lali suspiró.
-Mentiste para protegerla.
-Peter es un tipo con bastante mal humor.
Lali se puso tensa, asustada al comprobar que iba a salir en su defensa.
-Seguramente me habré encaprichado de él. Se me pasará -aseguró.
-Eso espero. Sólo a un maníaco, sin ningún respeto por el ser humano, se le ocurriría pegarse a mi parachoques en una carretera tan peligrosa como ésta -en la frente de Nico aparecieron gotas de sudor.
-¿Quieres decir que...? -giró la cabeza y vio que les adelantaba un deportivo rojo y pegaba un frenazo en la curva.
Nico pisó a fondo el pedal del freno de su cuatro por cuatro. Peter salió del deportivo yse dirigió hacia ellos.
-Creo que en la adolescencia fue piloto de coches de carrera -le explicó Lali-. Emilia lo convenció para que lo dejara.
que celoso es peter que no puede ver a lali con nico que los persigio jajjajaaj quiero mas.
ReplyDeletesube mas
ReplyDeletequiero masssssssssssssss
ReplyDeletenovelaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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