capitulo 52

-Lali desde su nacimiento hasta los nueve años. Una niña infeliz, a juzgar por las fotos. En casi todas estás llorando y en otras tienes marcas en las piernas de haber sido golpeada -le dijo Peter, apretando los labios-. Me imagino que Nicolas se puso muy triste cuando vio todo esto. ¡Tu madre debió de ser bastante cruel!
-Es posible -respondió Lali con un nudo en la garganta-. Ya intenté decirte quién era... -Y parece que la crueldad la aprendiste de ella -siguió diciendo Peter, sin escucharla, mirándola con ojos lacerantes.
-¿De qué estás hablando?
-Sólo estabas dispuesta a desvelar tu relación con Nicolas cuando Emilia estuviera delante, para así disfrutar con su reacción.
-¡Eso es mentira! ¡Yo nunca habría hecho eso!
-Ni tampoco te molestaste en convencerme de tu verdadera identidad -la condenó Peter, apretando los dientes-. Guardar silencio era mucho más divertido, ¿no?
Confundida por sus ataques, Lali respondió:
-No te entiendo...
Peter se acercó a ella y la agarró por los brazos, forzándola a que se acercara a él.
-Estabas esperando a poder causar el máximo daño. No estabas preparada aquel día en Londres, cuando Emilia llegó sin avisar. Pero me lo dijiste, lo soltaste como si estuvieras contando un chiste y nunca más lo mencionaste. Es verdad que yo no te hice caso, pero no hiciste nada por convencerme de que hablabas en serio. ¿Qué quieres que piense?
-¡No podía hacer nada para que me creyeras! ¡No tenía nada para demostrártelo! -protestó Lali.
-¡Nicolas tenía las pruebas y tú tenías que saberlo! ¡Ni siquiera te importó la posibilidad de que todas estas fotos pudieran caer en manos de Emilia!
-No se me ocurrió. ¿Crees que yo esperaba que mi padre se muriera tan pronto? -le contestó Lali-. Nicolas nunca me comentó la existencia de una carpeta con documentación. ¿Qué hay dentro?
-Toda tu historia, desde que naciste. Antes de ponerse en contacto contigo averiguó todo lo que se podía averiguar sobre ti.
Aquella noticia conmocionó a Lali. Había habido algunos sucesos dolorosos en su vida que ella no había querido contar a su padre. Había querido protegerlo. Sin embargo, él los había sabido desde el principio.
-¿Cómo conoció Nicolas a tu madre? -preguntó Peter.
Lali no podía mantenerse en pie durante más tiempo. Se tuvo que sentar en el borde de la cama.
-Su secretaria se puso enferma. Mi madre estaba apuntada en una agencia de empleo temporal. La historia sólo duró unas semanas...
-Porque mis padres murieron y Nicolas y Emilia se convirtieron en mis tutores. Me imagino que muchas veces te habrás preguntado lo diferente que hubiera sido tu vida si eso no hubiera ocurrido.
Era extraño, pensó Lali un poco asombrada, pero nunca se le había ocurrido tal cosa. Lo que sí pensó fue que en aquel momento Nicolas no era feliz en su matrimonio. A los pocos días de que ella fuera concebida, un trágico accidente de automóvil les dio a su padre y a su esposa el hijo que los dos habían estado deseando durante tantos años. Un hijo de nueve años que se llamaba Peter.
-Nunca había pensado en ello -admitió Lali-. Pero Nicolas no sabía que mi madre estaba embarazada cuando la dejó. Cuando lo supo, ya era demasiado tarde y no pudo ayudarla.
-No, recibió una foto y una nota, que le envió por correo, diciéndole que era padre y que nunca podría conocer a su hija porque se había casado con otro hombre. Pero, cuando dejó de recibir fotos, supongo que no pudo resistir la curiosidad de conocerte y empezó a buscarte.
-Ni siquiera sabía el nombre de mi padrastro. No sabía siquiera por dónde empezar y estuvo a punto de abandonar un par de veces el intento.
-Me debes odiar, tanto como odias a Emilia, por la vida que te ha tocado -le dijo Peter. Se apartó de ella, como si ya no pudiera soportar su mirada. Cada uno de los músculos de su cuerpo se pusieron en tensión.
-Yo no odio a nadie -pero Lali se sintió avergonzada, porque todavía recordaba ocasiones en las que sí se había sentido resentida con ellos. Pero eso fue mucho antes de que conociera a Peter y a Emilia.