capitulo 13

Lali hizo un esfuerzo para calmar su furia.
-Lo que te digo es verdad. Pero aparte de eso... yo... estoy enamorada...
-¿De mí?
-¡No digas tonterías! Sería muy extraño que mi enamoramiento de adolescente hubiese sobrevivido sin que tú lo alentases. A quien quiero es a Benjamin; ambos estamos muy enamorados y queremos casarnos, pero no puedo ir con él sin un centavo porque no sería justo. Por desgracia, ni siquiera puedo trabajar en algo, pues no tengo la preparación suficiente. Un pequeño sacrificio tuyo resolvería todos mis problemas -su voz era un poco más que un murmullo.
Peter, quien la contemplaba fascinado la miró fijamente.
-¿Un pequeño sacrificio? -preguntó.
-No tendría que enterarse ninguna persona ajena a la familia, y dudo que tengas algún prejuicio contra el divorcio.
-Estoy pendiente de tus palabras -la alentó él con voz sedosa-. Nunca pensé que me divertiría tanto en Ranbury. Realmente éste ha sido un día absolutamente asombroso.
-Sería la solución perfecta para todos -manifestó Lali mientras cruzaba los dedos-. El dinero podríamos repartirlo entre todos nosotros y así todos quedaríamos contentos.
-Si crees que Agustin te agradecería una parte cuando piensa apoderarse de todo, estás muy equivocada. En lo que tienes razón, es en que a mí no me interesa la herencia.
-A veces no se puede uno permitir el lujo de actuar de acuerdo con sus principios...
-Así es.
-Lo que te pido no es menos ético que el que el abuelo haya tratado de obligarme a casarme con Agustin. Y además, me parece muy mal que no haya tenido en cuenta a Maisie y Sam. Además, ya me he cansado de que me consideren una mendiga.
-¿En serio? -Peter alzó una ceja con un gélido movimiento.
-¡Sí! -aseguró Lali con énfasis-. Y ten la seguridad de que no hubiese dicho ni una sola palabra sobre esto si contara con alguna otra opción. Pero a ti no te importa el destino de esos pobres viejos porque no son tu responsabilidad; aunque claro que la perspectiva de un matrimonio conmigo no te atrae porque no soy nada bonita. Si lo fuera, no te sentirías tan ofendido -musitó compungida-. Te aseguro que sería capaz de enfrentarme a cualquier cosa con tal de librarme de pasar la vida al lado de Agustin. ¡El maldito dinero no me importa tanto!
En seguida, salió a toda prísa de la habitación, antes de que su atolondrada lengua la hiciese decir más tonterías. Tal vez Peter considerara que Agustin era una
pareja adecuada para ella. Agustin no le había dicho que la amara, sino sólo que «se llevaban bien y tenían algunos gustos en común», así como que su matrimonio agradaría al abuelo. Lo malo fue que después de declarársele añadió: «Me imagino que creías que te ibas a quedar soltera».