Saturday, September 19, 2015

capitulo 25

Recordó todas las decisiones que había tomado en su vida y los errores que había cometido. Había querido trabajar como mecánico de coches y en su lugar había ido a la universidad a estudiar una carrera por la que no tenía el menor interés. Después, había pasado un año trabajando en una oficina y, aunque el sueldo era bueno, el trabajo no le gustaba. Había intentado salir con hombres decentes y honestos y ahora se sentía atraída por un rompecorazones.
Se imaginó tendida sobre la cama saboreando los labios de Peter. Deseaba ardientemente que aquel sueño se hiciera realidad.
De repente, Peter se levantó. Fue al baño y se lavó las manos.
-A partir de ahora, procura tener cuidado con el sol. Yo estoy acostumbrado a este clima y al fuerte calor que hace-dijo él.
Sin embargo, no estaba acostumbrado a controlar su apetito sexual con una mujer tan hermosa, se dijo. Todavía podía sentir en sus manos la suavidad de su pálida piel. Se estaba obsesionando con ella, reconoció. Decidió ir a comprobar el fuego y a buscar algo con lo que mantenerlo ardiendo.
Para Peter, el sexo era una diversión, al contrario que para Lali que lo tenía por algo muy serio. Sin embargo, en el fondo tenía muy presente las enseñanzas que le había inculcado su madre, Cielo, quien había muerto cuando él tenía once años. Le había hablado de respeto, fidelidad y autodisciplina. Y por supuesto de amor. Cielo se había casado con el amor de su vida a los dieciocho años.
Lali era una mujer única. Desde que le dijo que era virgen, había cambiado su opinión respecto a ella. Era muy diferente a todas aquellas mujeres que se entregaban a un hombre nada más conocerlo sólo por el hecho de que fuera rico. Esa diferencia la hacía más deseable especialmente a un hombre como él que estaba acostumbrado a hacer suyo todo aquello que quería.
CUANDO Lali despertó, no podía creer que ya fuera la una de la tarde. Por la ventana pudo ver que Peter seguía trabajando en mantener el fuego vivo mientras ella había estado durmiendo.
Se cambió el bikini por un vestido anudado al cuello que evidenciaba el pequeño tamaño de sus senos y la delgadez de sus piernas. Evitó mirarse al espejo y decidió buscar algo para comer.
¿Estaría su familia preocupada por ella? Si así era, no había nada que pudiera hacer para tranquilizarlos. ¿Cuánto tiempo tendrían que pasar en aquella isla?
Por la mañana, Peter había comprobado la cantidad de comida y de combustible del que disponían. La nevera estaba llena y había suficiente combustible para mantener el generador funcionando durante días.
Le hubiera gustado preguntarle qué haría su abuelo si le solicitasen un rescate para liberarlo. Pero había decidido no mencionar el asunto del secuestro, ya que cada vez que lo había hecho, Peter la había acusado de tener alguna relación con los
secuestradores.

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