Peter la agarró y le apartó el pelo de sus mejillas. Frankie se estremeció con violencia. Acercó su cabeza, y en vez de dirigir su boca a sus labios apretados, la llevó hasta su cuello. Lali se quedó sin respiración.
-En mis brazos sólo sentirás placer. Te lo prometo -le pasó la lengua por el cuello, de forma muy erótica-. Abre la boca -la instó. Sus ojos emitían destellos verdosos.
Lali empezó a temblar, pero no accedió. Pero cuando él le rozó la boca con sus labios, ella, casi sin darse cuenta, abrió los suyos. Y sin esperar un minuto, Peter empezó a besarla de forma íntima y profunda. El corazón de Lali latía desbocado. Con lo que ella nunca había contado era con aquel placer tan seductor. Un placer que le dejaba la mente en blanco.
-Pe...ter -murmuró ella, intentando respirar.
-Sólo quiero que disfrutes -contestó él.
Lali empezó a sentirse acalorada. Sin pensar siquiera en lo que estaba pasando, Lali le devolvía todos y cada uno de sus besos, redoblando su intensidad.
-Eres una mujer muy apasionada -murmuró Peter con satisfacción, poniéndole una mano en el pecho, mientras le acariciaba el pezón con el pulgar.
Lali arqueó su cuerpo de forma involuntaria, al tiempo que emitía un quejido al sentir que él le levantaba el camisón. Lali sintió que su cuerpo ardía de placer y le fue imposible estarse quieta.
El calor le subía por los muslos. Peter bajó la cabeza hasta sus pechos. La tela no pudo aminorar su respuesta. Y cuando le chupó el pecho, ella volvió a gemir.
-Tranquila, cara... -le dijo Peter, con una voz grave y profunda, mientras le acariciaba con su mano los muslos-. Todavía no he empezado.
Hubiera empezado o no, Lali ya había perdido todo el control y la pasión la desbordaba. Se agarró a sus hombros, con los dedos en tensión, buscando enloquecidamente su boca. Y todavía con el camisón entre ellos, lo cual le provocaba un sentimiento de frustración, porque deseaba con todas sus fuerzas sentir su cuerpo desnudo, Peter le puso la mano en el punto más sensible de su cuerpo.
-Quítame este camisón -suplicó ella.
-Sshh -le indicó Peter-. Sé lo que estoy haciendo.
Que era mucho más de lo que Lali hacía. Ella seguía apretando su cuerpo contra el de él, en tensión, por el placer que le daban sus caricias. Peter la abrazó y empezó a besarla, para acallar sus gemidos.
Cuando la soltó y pudo respirar otra vez, Lali se sintió saciada de satisfacción física y devastada por la experiencia.
En aquel silencio ensordecedor, Peter miró su cara y sus ojos con gesto de satisfacción.
-Seguro que todo esto es la primera vez que lo sientes.
Con un terrible sentimiento de mortificación, Lali le pegó un empujón. Se dio la vuelta y se acurrucó, para defenderse de cualquier ataque. La luz se encendió. Ella permaneció tumbada, sintiendo una vergüenza inmensa, porque Peter la había visto perder todo su control. Y ni siquiera le había tenido que quitar el camisón, aunque ella se lo había suplicado, recordó, horrorizada por su comportamiento.
De pronto, sintió que un brazo tiraba de ella, hasta que entró en contacto con el cuerpo de Peter. Lali se puso rígida, pero él, sin inmutarse, le dio la vuelta. Sintió su
miembro erecto en su estómago. Le había dado el placer que le había prometido, pero él todavía no estaba satisfecho.
massssssssssssssss
ReplyDeletenecesito mas
ReplyDeleteMaaas
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