capitulo 18

Aunque frustado, Peter sintio una cierta admiracion. Su boca, ancha y sensual, esbozo una sonrisa tan poderosamente varonil que ella no pudo evitar sonreirle.
—Te he traido esto... —saco un anillo del bolsillo de la chaqueta—. Es el anillo de matrimonio de los Lanzani, pero si no te gusta no importa. Puedes elegir el anillo que quieras. Tengo que admitir que a mi madre le parecio demasiado anticuado para su gusto.
 Lali, incomoda, estudio los diamantes que destellaban bajo las luces. Un anillo que era una reliquia familiar. Sintio una punzada de culpabilidad ya que, fueran cuales fueran sus motivos, él se tomaba el compromiso en serio y ella no.
—Es precioso... —murmuro, y se obligo a estender la mano para aceptarlo.
Peter le puso el anillo.
—Aunque no te ame, hare cuanto este en mi modo para ser un buen marido — afirmo él.
 Lali apreto los dientes al oirlo. Se alegro de que no estaria con el para comprobar esa improbable promesa. Como cualquier mujer, se merecian que la amaran y contaba con que eso ocurriera en el futuro. Hasta entonces, pensaba disfrutar con montones de chicos distintos. Eso, si sabia como hacerlo, pues no tenia ni idea de si resultaria atractiva para los hombres.
Reconocio para si que no le importaria comenzar con un novio que besara tan bien como Peter. No habia duda de que su esperiencia sexual era lo que habia suscitado en ella una respuesta tan entusiasta. En cualquier caso, hubiera sido un error negarle ese pequeño capricho. Se consolo pensando que eran sus hormonas las que la habian traicionado; era logico que al haber sido privada de las esperiencias de relacion con los hombres que habrian sido naturales a su edad, estuviera sedienta de sexo. No debia avergonzarse de la escitacion que habia sentido bajo su boca dura y apasionada. La respuesta habia sido fisica, en absoluto personal.
—Lali... —empezo Peter, estudiando la perfecta suavidad de su rostro y su mirada perdida, preguntandose que era lo que habia vuelto a robarle su atencion. —Peter... ¿cómo estas? Lali deberia haberte traido inmediatamente —exclamo una coqueta voz femenina.
 Lali salio de su introspeccion cuando Gimena se dirigio a Peter con una sonrisa encantada. Respiro hondo. Ya no tendria que entretener a Peter; su tía, que adoraba a los hombres jovenes y guapos, se ocuparia de eso.
Durante la siguiente hora, Peter demostro la mejor educacion, paciencia y cortesia mientras contestaba a las preguntas de Gimena sobre su familia.
—No te mereces un marido de una buena familia —Gimena dirigio una mirada resentida a su sobrina, cuando volvian a sus habitaciones para vestirse para la cena— . Si Peter Lanzaniconociera tus antecedentes, ¡nada lo convenceria de que se casara con una chica del arrollo!
Por primera ves, Lali solo sintio compasion al oír el comentario envenenado de su tia. Su madre le habia contado que, veinte años antes, Gimena se habia enamorado de uno de los ejecutivos que trabajaba para su hermano, pero Alejo, furioso, le habia prohivido casarse con él. Gimena habia aceptado su decision
y ahora tenia mas de cincuenta años, y seguia soltera y amargada por lo que le habia deparado la vida.