Sunday, May 17, 2015

capitulo 19

Al menos, su tia seguia viva, penso Lali mientras seleccionaba otro aburrido vestido del armario. Pablo no habia tenido tanta suerte. La noche que su avioneta se estrello, estaba terriblemente nervioso y su incapacidad de concentrarse lo habia llevado a la muerte. Pablo tenia aun mas miedo a su padre que ella misma. Su hermano habia tenido la cabeza de los Esposito para los negocios y la sensibilidad de su madre. Lali, pensando en cuanto lo echaba de menos, se prometio a si misma que, fuera como fuera, haria lo que Pablo no habia tenido agallas para hacer: escaparia, seria libre antes de que aplastaran su voluntad por completo.
Despues de que sirvieran el primer plato de la lujosa cena, Alejo anuncio que la boda se celebraria 2 semanas despues, dado que el estaria ausente por negocios el mes posterior. Lali miro a Peter, que parecia absorver la noticia con menos sorpresa que ella, su rostro fuerte y delgado ni siquiera estaba tenso. Él le lanzo una mirada larga y acariciadora con los ojos entrecerrados; Lali se sonrojo y aparto la vista.
—La ceremonia, por supuesto, se celebrara en la isla —decreto Alejo, mirando a Peter con una media sonrisa—. No veo ninguna razon para que Lali y tu no os establezcais aquí —dijo.Lali, aterrada, dejo caer el tenedor—. En su propia casa, mi hija tendra la compañía de su tía mientras tu viajas, y seguira disfrutando de la proteccion de mi equipo de guardaespaldas.
—No... ¡no! —gimio Lali horrorizada, convencida de que su padre lo habia planeado asi desde el principio. Su anonada tía le clavo las uñas en el muslo bajo la mesa. Su padre, con el rostro rojo, salto de la silla como un resorte y alzo el puño.
—¿Qué me has dicho? —rugio amenazador. Lali, inmovil y blanca como la leche, espero a que el golpe cayera sobre ella mientras, al otro lado de la mesa, la silla de su padre se estrellaba contra el suelo.
—Si le pones una mano encima, ¡juro que te matare! —grito Peter con una
agresividad equiparable con la de su anfitrion.
Se hizo un silencio mortal. Nadie habia amenazado asi a Alejo Esposito en toda su vida. La incredulidad paralizo el rostro del anciano, que volvio lentamente la cabeza hacia su contendiente. Lali deseo tirarse hacia Peter y meterle el mantel en la boca antes de que le dieran una paliza. Se pregunto qué locura lo habia dominado y donde habia dejado su supuesta inteligencia cuando mas la necesitaba. Su padre habia confesado que necesitaba a Peter pero, aún así, no dudaria en echarlo de la isla y destruirlo antes de tragarse ese insulto.
—Así que ahora consideras que es propiedad tuya, ¿no? —escupio Alejo, con ojos oscuros y airados.
—Sí —replicó Peter cuya rostro rígido indicaba que su furia iba en aumento.
Abruptamente, Alejo echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada desdeñosa que hizo que Lali se le hiciera un nudo en el estomago. Estaba dispuesta a llamar a la policia. Fueran cuales fueran las consecuencias para sí misma, si su padre permitian que sus guardaespaldas apalearan a Peter, esta vez lo denunciaria. Pero, un segundo despues, contemplo boquiabierta como su padre miraba a Peter con ironia y aprobacion.
—No eres un hombre muy distinto de mi. Posesivo y protector de lo que es tuyo. De acuerdo, —dijo, miro a Lali—pero tú, ¡manten la boca cerrada a partir de ahora!

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