No era una nota de rescate, era una nota de Lali. Peter la miro fijamente, intentando descubrir algo en esa frase que tuviera sentido. En cinco segundos llego al vestibulo. Tipo ya salia por la puerta.
—¿Qué diablos ocurre? —exigio Peter.
—Confie en nosotros. El señor Esposito quiere que lo llame.
Al oír esa sugerencia, Peter hubiera hecho un comentario corto y directo, pero no tenia tiempo que perder. Su esposa lo habia abandonado... ¿por qué? Rememoro la imagen de su cara palida y asustada. Lali habia sido un manojo de nervios todo el día, era evidente que se encontraba peor de lo que el habia imaginado.
—El señor Esposito quiere que llevemos a su hija a la isla, donde pueda cuidarla — dijo Tipo, tras carraspear.
—Mi esposa es una Lanzani, ¡yo cuidare de ella! —grito Peter, tensandose de colera.
Tres minutos despues, Peter subia a su deportivo. Dispuesto a llegar al aeropuerto antes que Tipo y sus matones, utilizo todos los atajos que conocia. No era capaz de aceptar que Lali hubiera hecho algo tan indignante como abandonarlo antes de que se secara la tinta de su licencia matrimonial. Ella tenia miedo, pero ¿de qué? ¿de “él”? Una risa ronca e incredula se inicio en su garganta, pero se detuvo al recordar como habia escapado de él en la recepcion.
Aunque habia creido que las virgenes aterrorizadas habian desaparecido junto con las faldas largas y los pianos de cola, tenia que reconocer que Lali habia recibido una educacion muy extraña. De pronto comprendio que Lali podia haber escapado porque no era tan inesperta como le habian hecho suponer, y temia que lo descubriera. Rumiando lo que sabia sobre el hijo del pescador, Peter fruncio el ceño. Comprendio que la explicacion más pausible era que no era virgen.
Sus ojos se oscurecieron. Aunque se sentia decepcionado, lo consternaba que el asunto hubiera adquirido tal proporcion en la mente de Lali como para hacerla escapar. Recordo la desagradable escena de Lali encogiendose ante el puño de su padre y supuso que el miedo a la reaccion de su esposo podia ser la causa de su huida. ¿Cómo podia saber que el no era como su padre?
A pesar de haber llegado al aeropuerto y haber comprado su billete con éxito, Lali se sentía aplastada por una sensacion de tristeza e incertidumbre.
massssssssss noveeeeeeeeee
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