-Ya lo sé. Ya ves lo que estás comiendo. Yo como solo ensaladas, fruta y verduras. Cosas que tu cocinero no sabe preparar. Lo que sí hace es un buen café. -Estás guapísima sentada a una mesa de cocina -le dijo Peter.
Lali se cruzó de piernas y se tumbó de lado, como si fuera una estrella de cine de los cincuenta. Peter sonrió.
-Te gusta provocarme, ¿no?
-¿Te das cuenta ahora?
-Nunca fui muy rápido aprendiendo -murmuró él mientras ella se bajaba de la mesa de un salto-. Espero que no huyas otra vez por la ventana.
Lali se puso colorada, al recordar la forma en que se fue de su casa en Grecia.
-En algunos momentos eres tan silenciosa como un ladrón.
-Ha sido la práctica durante muchos años -contestó sonriendo, sin gustarle el giro que había tomado la conversación.
-¿Escaparte? Conmigo, eso es una forma de malgastar tu tiempo -le informó Peter -. Cuanto más huyas, más te perseguiré. Es una respuesta que no puedo evitar.
-Tú lo único que quieres es alcanzarme para poder decirme lo que piensas de mí por haber huido.
-Y tú sólo huyes cuando estás enfadada conmigo -le respondió-. Pero siempre te perseguiré.
-¿Es una amenaza?
La agarró entre sus brazos.
-Yo ya no amenazo -le respondió con voz suave-. Estoy aprendiendo. Lo único que quiero es conocerte mejor.
La ternura con que se lo dijo casi le rompió el corazón. Estaba siendo muy sincero con ella. En ese momento, se sintió avergonzada, porque ella era la única que se guardaba algunas cosas. Tendría que repetirle otra vez que ella era la hija de Nicolas. Pero prefirió decírselo en otro momento.
El portazo de la puerta despertó a Lali. Abrió los ojos y se incorporó un poco. Vio a Peter a los pies de la cama, con sólo los pantalones vaqueros puestos. Sonrió. Tenía un cuerpo tan espectacular, que le perdonó haberla despertado de su profundo sueño, el primero que había podido conciliar desde hacía tiempo.
La estaba mirando con una expresión feroz. Lali se puso tensa y dejó de sonreír. Peter parecía estar muy enfadado. -¿Qué te ocurre? -le susurró.
-Tenía hambre. Bajé a comer algo y mientras bajaba por las escaleras me pregunté qué documentos quería enseñarme Alejo en persona. Y si eran tan importantes, por qué se marchó sin decirme nada..
Lali se dio cuenta del sobre marrón que tenía en la mano. El corazón empezó a latirle con fuerza.
-Pero ahora lo entiendo. Alejo sintió vergüenza -continuó diciéndole Peter, con el mismo tono mordaz-. Yo le di permiso para que abriera una caja de seguridad que tenía Nicolas, pero no esperaba encontrar nada tan confidencial...
Levantó la mano y dejó caer algo en la cama. Lali lo levantó y su mano tembló. Era una foto de cuando ella era pequeña.
Peter la miraba de forma acusadora, con los dientes apretados.
-Querías vengarte, ¿no? ¡Estabas dispuesta a esperar que llegara el momento preciso para restregarme por la cara quién era tu padre!
¿Venganza? Desolada por aquella acusación, Lali reaccionó por instinto. Salió de la cama a toda prisa y se fue hacia donde estaba Peter.
-Olvídalo. Lo último en lo que estoy pensando ahora mismo es en ese cuerpo tan tentador que tienes -le dijo Peter en tono de desprecio.
Lali se sintió desnuda. Agarró la toalla que había al Iado de la cama y se la puso encima. -¿De dónde sacaste esa foto?
Como respuesta, Peter sacó un montón de fotos de un sobre y las tiró sobre el colchón.
que le pasa a peter si lali desde el principio le dijo que era hija de nicolas y fue el que no le creyo esta mas loco que una cabra peter jajajaj
ReplyDeletemas
ReplyDeletepeter esta re loco no se donde le sale tanta estupides.
ReplyDeleteSi ni siquiera la escuchó cuando se lo dijo y ahora se molesta
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