Lali vio algo asomar entre el papel de seda. El corazón le dio un vuelco al ver el segundo regalo. Saco un osito de peluche que aun llevaba la etiqueta de una famosa casa de subastas. Era excepcional, de casi 100 años de antigüedad, y un rostro muy espresivo. Sus ojos se llenaron de lagrimas. A Pablo le hubiera encantado.
—¡Como si necesitaras otro más! —exclamo Gimena decepcionada—. ¿Acaso tu futuro esposo cree que aún eres una niña?
El hermano de Lali le habia traido un osito de cada uno de sus viajes. Cuando él murio, fue incapaz de desacerse de uno solo de la colección, pues todos le recordaban al hermano mayor que habia adorado.
—¡A Peter le estaria bien empleado que esta noche te fueras a la cama con el oso, en vez de con él! —exclamo Gimena dibertida—. Pero es muy listo, y encantador. Sabe como llegar al corazón de una mujer. ¿Quién podria creer que este matrimonio no es más que una alianza de negocios concertada por tu padre?
Con la cara ardiendo, he intentando recobrar la compostura, Lali dejo el oso a un lado. El acido comentario de su tia la ayudo bastante. Se miro en el espejo y coloco bien el corto velo de encaje. Habia pensado dejar a Gimena que eligiera su traje de novia, pero cuando su tia le mostro que pretendia mandarla al altar cargada de adornos, volantes y lazos, cambio de idea. Al fin y al cabo, no tenia por qué aparecer echa un edefesio ante cientos de personas.
El vestido era una elegante tunica con cuello de barco y mangas cortas, y la simplicidad del diseño realzaba su escasa estatura. La boda era una falsa, se recordo, alzando la barbilla, y el oso solo era una prueba más de que Peter era merecedor de su mala recutacion. Todos los mujeriegos basaban su éxito en el encanto.
Una hora despues, cuando la limusina llego a la puerta de la iglesia construida por su padre para celebrar el nacimiento de su hijo, casi 30 años antes, Lali no se sentia tan decidida. Las 3 damas de honor eran primas lejanas suyas, unas desconocidas. Cuando las jovencitas espresaron su sorpresa por que no hubiera seguido los ritos habituales antes de la boda, Gimena las habia silencialo con enfado. Lo cierto era que la semana previa a una boda griega solian celebrarse multitud de tradiciones y actos sociales divertidos para la novia y sus damas de honor. Pero Alejo se habia negado a permitir que su hermana llenara la casa de invitados. Lali se habia sentido aliviada, pero sabia que para su tía habia sido una gran decepcion. Peter, con el pelo negro iluminado por el sol, la esperaba en la escalera de la iglesia con un ramo de flores. A Lali se le acelero el corazón. No esperaba que el fuera a respetar esa tradicion y ademas, con un traje oscuro perfectamente cortado, estaba impresionante. Cuando bajo del coche él la miro de arriba abajo con franca admiracion.
—Cinco minutos. para la cuenta atrás —bromeó Peter en voz baja, mientras los isleños les gritaban sus buenos deseos. Observo su estrema palidez y se pregunto si
era la perspectiva de la iglesia atestada y la novedad de ser el centro de atencion lo que la tenian tan nerviosa.
mas tierno peter regalandole un osito me cae re mal gimena es una envidiosa como ella quiesiera que alguien le regalada algo asi
ReplyDeletegimena es una envidiosa deseguro ella se queria casar con peter que se compre una vida
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