Friday, May 1, 2015

capitulo 37

La tensión era electrizante. Al principio, no entendía aquel cosquilleo entre las piernas...
—Y ahora mismo es a mí a quien deseas —dijo él, con gesto de satisfacción, levantando la mano para tocar sus pezones, marcados claramente bajo la bata.
Lali dejó escapar un gemido, arqueando la espalda. Todo su cuerpo estaba ardiendo, más sensibilizado que nunca. Reconocer su propia excitación sexual la atormentaba.
—Sí, pero...
—De hecho, lo estás suplicando —la interrumpió Peter, buscando su boca con una pasión fiera, abrumadoramente erótica.
Lali se derritió como el azúcar, rindiéndose ante la invasión de su lengua. Él la tomó en brazos para llevarla a la cama y, después de tumbarla en ella, se echó hacia atrás. Aún perdida en la fiebre de su propio deseo, Hope se agarró a sus hombros.
Con frío desdén, Peter apartó sus brazos. Alto, orgulloso, con la cabeza levantada, la miró con helado desprecio.
—Se acabó. En cuanto dejaste que Dalmau te tocase, se terminó. Yo espero que mi amante reserve todo su afecto exclusivamente para mí.
—Yo nunca he sido tu amante...
Desde la puerta, Peter soltó una carcajada que la golpeó como una bofetada.
—Claro que lo eras. ¿Qué otra cosa podrías haber sido para mí?
Dolida más allá de lo imaginable, Lali se quedó mirando al vacío. No quería mirarlo a él. Oyó sus pasos en el pasillo, el ruido de la puerta al cerrarse. Se había terminado, Peter había desaparecido sin que le importase nada. Nunca le había importado, pensó, con el corazón encogido.

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