Los planes de abrir su propio negocio tendrían que esperar un tiempo. Muchos negocios fracasaban y el mundo de la moda era muy cambiante. Cuidar de su hijo era la prioridad en aquel momento. Además, abrir un negocio, contratar empleados y tomar decisiones importantes cuando tendría que cuidar a su hijo sin ayuda alguna le parecía una temeridad.
Gaston llegó cuando estaba diseñando un bolso nuevo, algo que siempre encontraba relajante. Concentrada en lo que hacía, no oyó el coche y, cuando levantó la mirada, vio a Gaston observándola desde una esquina de la casa.
Lali se levantó, incómoda. Con el pelo un poco despeinado y sus brillantes ojos azules, parecía un crío. Aunque besaba muy bien, debía ad-mitir. Pero no se le aceleraba el corazón cuando estaba a su lado y la emoción, la excitación sin límites que había sentido con Peter no existían cuando estaba con Gaston.
—No tenías que venir hasta aquí para verme.
—Yo creo que sí —suspiró él, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón—. Deberías haber sido tú quien me diera la noticia de tu embarazo.
—Candela no debería haberte dicho nada —suspiró Lali.
—Me ha hecho sentir que no hay sitio para mí en tu vida —dijo Gaston entonces—. No voy a decir que esto no me haya sorprendido, pero de todas formas quiero que sigamos siendo amigos.
Los ojos de Lali se llenaron de lágrimas.
—Perdona, es que últimamente me emociono por todo —dijo, sonriendo.
Gaston le pasó un brazo por los hombros, pero no la atrajo hacia sí como habría hecho unos días antes.
—Supongo que también para ti ha debido de ser una sorpresa. Además, Candela me ha contado que Peter y tú habéis tenido una discusión tremenda. Es culpa mía...
—¿Cómo va a ser culpa tuya?
—Debería haberle explicado que no estábamos juntos, pero quería tener una oportunidad contigo y, si se lo hubiera dicho, no habría podido con el magnate griego. Así que me aproveché, lo admito —suspiró Gaston—. Pero me niego a seguir haciéndolo ahora que estás esperando un hijo suyo. Eso hay que solucionarlo.
Gaston la invitó a comer en el pub del pueblo. Su inesperado sentido común la había dejado boquiabierta. Su propio comportamiento le parecía entonces menos sensato. Le había dado a Peter con la puerta en las narices y se lo merecía, desde luego. Pero quizá debería darle una nueva oportunidad... por el niño, naturalmente; al fin y al cabo, iban a tener un hijo y ésa era una gran responsabilidad. El malentendido no era culpa de nadie y debía intentar que Peter aceptase la verdad.
Por la tarde, Peter detuvo el poderoso Lamborghini frente a la casa. Su equipo de seguridad le había dicho dónde encontrar a Lali... cuando Candela se negó a revelar su paradero. Eso lo enfureció. Se negaba a
aceptar que su amiga se creyera en la obligación de protegerla de él.
el ultimo cap y este me encantararon
ReplyDeletemas porfavor
ReplyDeleteay mas lindo peter fue a ver a lali aver que le dice espero el proximo
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