—Deberías haber confiado en mí, deberías haber pensado que yo nunca te mentiría.
El asintió con la cabeza.
—Tienes razón. Me dejé llevar... Siento no haberte creído, pedi mu. No sé cómo disculparme por todo lo que ha pasado, por todo lo que te he dicho, por mi vergonzoso comportamiento —admitió entonces, con cruda honestidad—. Pero estaba tan furioso... como unos días antes parecías insatisfecha con nuestra relación, pensé que ya no eras feliz conmigo y me convencí de que habías buscando consuelo en otro hombre.
—No fue así, pero me alegro de que, al menos, hayamos aclarado eso. Ahora sabes que nunca hubo nada entre Gaston y yo.
—No hubo nada esa noche —puntualizó Peter. Quería averiguar si había habido algo entre ellos. Tenía que hacerlo. Aunque no tenía derecho a preguntar, era incapaz de resistirse.
Lali dejó escapar un suspiro. Los besos que había intercambiado con Gaston habían sido besos inocentes y, además, lo que hubiera pasado entre ellos no era asunto suyo. Ella no le había preguntado qué clase de relación mantenía con la rubia de la revista, por ejemplo. Aunque había dado vueltas y vueltas en la cama, torturándose con la idea de que él se había enamorado de otra mujer.
Lali no contestaba y Peter sintió un pellizco en el estómago. Sabía que no era razonable pedirle explicaciones, pero había esperado que, a pesar de las circunstancias, siguiera amándolo sólo a él.
Pero su silencio lo decía todo. Se había acostado con Dalmau. Por supuesto que sí.
Peter intentó apartar esa idea de su mente. Él era un hombre pragmático. Lo que estaba hecho, hecho estaba. Le ofreció a Lali un refresco y se sirvió un vaso de whisky... que se tomó de un trago.
Aunque era un hombre pragmático, se vio asaltado por otro pensamiento desagradable: Lali nunca le diría que Gaston era malo en la cama. Ella no era ese tipo de mujer. Nunca, nunca sabría si los había comparado y si había salido victorioso de esa comparación.
—Creo que lo mejor sería aclarar las cosas del todo —dijo Lali entonces.
—¿En qué sentido?
—En lo que se refiere a Gaston.
Peter se quedó inmóvil. Lali era tan honesta, que estaba dispuesta a contárselo todo. Él quería saber, pero temía que los detalles fuesen una tortura.
—Lali...
—No, déjame decir lo que quiero decir —lo interrumpió ella—. Gaston ha sido muy bueno conmigo. Quiero que entiendas que es una persona es-tupenda, mucho mejor de lo que la gente cree. Si lo conocieras, te caería bien, seguro.
Peter se sirvió otro vaso de whisky. Aunque tendría que beberse la
botella entera para poder soportar aquella tortura. Lali quería que conociese mejor a Dalmau. En su mundo de ilusión, seguramente todos estaban destinados a ser amigos. Pero había un problema: él no podía pensar en Gaston Dalmau como un amigo... todo lo contrario, cuando pensaba en él lo único que deseaba era borrarlo de la faz de la tierra.
—Gaston ha sido un amigo estupendo para mí.
—Me alegro —murmuró él sin mirarla.
—Y vamos a seguir siendo amigos.
porque peter siempre tiene que pensar mal estuvo con lali 2 anos y piensa que ella puede acostarse con otro tan rapido me saca que se a asi
ReplyDeletelali le deberia pagar con la misma moneda que dejara que pensara lo que quisiera y hacerlo sufrir me gusta que le alla dicho que va a seguri siendo amigo de el sabiendo que peter le cae mal
ReplyDeleteme encanta que peter se alla disculpado por portarse como basura
ReplyDeletemas novela
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