Cuando Peter le había dicho que quería su opinión sobre una casa que iba a comprar, Lali no supo qué pensar. Pero creyó que se refería a una casa en Londres, cerca de su oficina. Sin embargo, a la mañana siguiente descubrió que su destino estaba a las afueras de Londres... y que irían en helicóptero. Sorprendida, y siempre optimista, Lali decidió que le sentaría bien una excursión.
Cuando el helicóptero aterrizó en Knightmere Court, Peter estaba convencido de que iba a ganar la batalla. Había elegido aquélla de entre una selección de seis mansiones con extensas parcelas. Knightmere tenía todas las características que había buscado y Lali miraba por la ventanilla del helicóptero, atónita.
—¡Es preciosa!
Peter le enseñó el cuidado jardín, rodeado por un muro de piedra, y el resto de la parcela, en la que, además de hierba y árboles, había un rebaño de ovejas. Luego, llamó su atención sobre el lago y la torre del reloj. Había elegido un edificio histórico, magnífico.
—La finca es de un tamaño considerable. Y, como ves, el paisaje es soberbio.
Lali parpadeó, sorprendida. Peter nunca había mostrado el menor interés por la vida en el campo. Pero su desinterés incluía la vida en la ciudad también. Mientras estuviera rodeado de lujos y comodidades, mostraba una soberana indiferencia por todo. Y, de repente, hablaba como si fuera un agente inmobiliario.
Al dar la vuelta a la casa, Lali tuvo una vista completa de la magnífica estructura estilo Tudor.
—Qué maravilla —murmuró, observando los pálidos ladrillos y las antiguas vidrieras de las ventanas—. Es increíble.
—En el interior tendrás que usar la imaginación —dijo Peter, saludando con la cabeza al hombre que les abría educadamente la puerta— . La casa lleva tres años deshabitada, aunque ha sido renovada.
—¿A qué familia pertenecía?
—A una de la zona, pero la última propietaria no tuvo hijos y decidió venderla. La compró un hombre de negocios extranjero, pero como las reformas tardaban más de lo que él esperaba, nunca vivió aquí. Por eso está en venta de nuevo.
—¿Y no está demasiado lejos de Londres para ti?
—No, vendré en helicóptero.
Lali lo miró, perpleja.
—No es la clase de propiedad en la que imaginaba que podrías estar interesado. Pensé que querrías convertirla en un hotel o algo así...
—No.
—¿Piensas vivir aquí?
—Sería una casa de campo... pasaría mucho tiempo aquí, sí —contestó Peter—. Me gustan los espacios abiertos.
mas tierno peter le compro la casa que lali siempre a querido
ReplyDeletemassssssssssssssssssssssssssssssssssss
ReplyDeletesubi mas
ReplyDeleteme gusta mucho que peter piense en lali y que compre la casa que ella siempre quiso
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