Wednesday, October 28, 2015

capitulo 1

-¿Nos conocemos? -preguntó el jovencito de la tienda, mirándola fijamente. La joven se guardó el cambio en su bolso.
-No lo creo.
De pronto, el chico sonrió. Su duda se había desvanecido.
-Ahora sé de qué se trata. Te pareces mucho a Lali Esposito. Es la que interpreta el papel de Mar en la telenovela Casi angeles. Mi madre nunca se la pierde. Se toma muy en serio esas telenovelas y le preocupa mucho que hayan matado a Mar -señaló el empleado, tomando la bolsa con la mercancía que acababa de comprar la joven.
-Yo la llevaré -indicó la chica-. No pesa mucho.
-Es muy pesada para una mujer de tu estatura -le sonrió-. Estoy seguro de que con frecuencia te confunden con Lali Esposito.
-No, esta es la primera vez -repuso al abrir la puerta.
-También estoy seguro de que tiene un Mercedes -bromeó, al mismo tiempo que abría el maletero del Ford aparcado frente a la puerta del supermercado-. Aunque tampoco tengo ninguna duda de que nadie querría estar en su pellejo ahora: Se ha quedado sin trabajo. Creo que si tenía un Mercedes, va a necesitar cambiarlo por un coche más modesto.
-Gracias -expresó ella, antes de cerrar la puerta.
-¿Estás alojada cerca de aquí?
-No, estoy de paso.
-¡Cómo me gustaría hacer lo mismo! -expresó mientras contemplaba la solitaria carretera. Cuando Lali se alejó, estaba temblando. «¡Vaya un disfraz!», pensó. Se quitó el gorrito de lana y lo arrojó al asiento trasero, al tiempo que se echaba la melena rubia hacia atrás.
Fijó sus hermosos ojos negros en el horizonte que se abría ante ella. Los duendecillos de su conciencia no la dejarían en paz. Volvía a casa tras ocho años de ausencia y volvía demasiado tarde. Jamás podría cambiar ese hecho.
Apenas cuatro días antes, ni siquiera sospechaba lo que le esperaba. Durante el viaje en avión desde Los Angeles, lo único que había ocupado su mente era la novela que tanto había deseado escribir, pero nada más entrar en su casa de Londres, su optimismo se hizo pedazos. Nicolas le notificó la muerte de su abuela con un mes de retraso. Demasiado tarde para asistir al funeral.
-Murió mientras dormía -le había comentado-. No habrías conseguido una reconciliación en su lecho de muerte.
Deliberadamente, Nicolas no le había informado antes acerca del fallecimiento. Si ella hubiera abandonado el rodaje de Casi angeles para volar de regreso a Inglaterra, habría trastornado el calendario de producción. Y tampoco habría participado en la última película de Nicolas. Pero esa no fue la única razón por la que él guardó silencio acerca de la muerte de Julia Esposito.
Inevitablemente ella le recriminó su comportamiento y tuvo lugar una violenta polémica. Los dos se dijeron cosas que nunca debieron decirse. Rara vez Nicolas aceptaba la censura. Era una estrella internacionalmente reconocida, que contaba con veinte años de sólido prestigio. La humildad le era casi desconocida, y cuando alguien se le enfrentaba, recurría a la malicia de un niño caprichoso. Lo cierto era que la brecha existente en su relación databa de muchos años atrás, algo que Lali aceptaba con desagrado.
Ninguno de los dos se enteró de que el sirviente los estaba espiando y escuchando detrás de la puerta, ni que obtuvo mucho dinero vendiendo a los periódicos las insólitas revelaciones de su vida privada.
La noticia de su ruptura figuró en los titulares de los diarios del día siguiente. La víspera, ella había abandonado su residencia para refugiarse en un hotel. En cuanto a Nicolas, se fue al sur de Francia con Rocio, una compañera de rodaje. Las noticias sensacionalistas siguieron apareciendo en los diarios a lo largo de tres días.
Se dijo que nada de eso afectaría a Nicolas: A excepción de la filtración de su última aventura, consideraba positivo cualquier tipo de publicidad, amén de que no pensaba que la reputación de una mujer fuera algo importante.

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