capitulo 60

Rocio regresó del piso de arriba y se sentó en un extremo del sofá. Con una sonrisa, agradeció a Theresa la copa de vino.
Lali se sentó al otro extremo del sofá. Theresa le entregó una copa y se sentó frente a ella en una butaca.
—Bueno, cuéntanos cómo es que estás saliendo con mi hijo.
—¿Qué tal te va con esa belleza? —preguntó Pablo, dando un sorbo a su whisky.
Peter dio un trago al suyo antes de responder.
—Es una amiga, eso es todo.
—Ya —dijo su hermano, manteniendo la mirada fija en el granero—. No has traído a ninguna chica a casa para que conociera a mamá y papá desde que estabas en el instituto.
—Parece una buena chica —dijo Isaac—. Me gusta. Peter decidió no responder a aquel comentario. Pablo tenía razón de que no había llevado a ninguna chica a casa desde que eran adolescentes, pero no quería dar falsas impresiones.
No estaba seguro de por qué había llevado a Lali. No era para que conociera a sus padres, ni para ver cómo se comportaba con ellos, ni para saber lo que pensaban de ella. Era porque quería compañía. No había querido presentarse a otra cena familiar solo, sintiéndose fuera de lugar al ver a su hermano felizmente casado,junto a su esposa y su hija. Desde que Pablo y Rocio estaban juntos, sus padres, especialmente su madre, no habían dejado de insistir para que sentara la cabeza.
Así que, ¿por qué había llevado a Lali entonces?
Porque era parte de su acuerdo. Ella debía acompañarlo a reuniones y cenas cada vez que él quisiera, y esa noche, la necesitaba.
Eso era todo, y nada más. El hecho de que sus padres, e incluso su hermano, quisieran ver más allá de eso, no era su problema.
Aun así, se había dado cuenta de lo bien que había congeniado con su familia. Ni siquiera se había sentido abrumada por ellos. Al contrario, parecía haber disfrutado la camaradería y había sabido llevar bien la conversación.
Entonces, ¿qué esperaba? Desde que había empezado a pasar tiempo con ella, no recordaba una situación en la que se hubiera sentido incómoda o fuera de lugar.
Quizá la estaba poniendo a prueba, llevándola a una cena familiar para ver si había algo que la pillara con la guardia baja. O quizá tan sólo quisiera tenerla a su lado, compartiendo aquel aspecto de su vida.
Claro que si ése era el caso, no le agradaba en absoluto. Si así era, estaba en apuros. Se supone que ella era su amante sólo porque quería vengarse de la manera en que lo había tratado durante el instituto.
Un hombre no solía llevar a su amante a casa de sus padres para que los conociese.
Se tomó el resto de su whisky, mientras su padre apuraba el puro.