Tuesday, October 6, 2015

capitulo 44

 Benjamin no había tenido el menor problema en seguir adelante una vez acabada la relación. Era como si ella hubiese estado enamorada de un hombre que no existía realmente, porque el hombre al que había amado y al que creía conocer nunca habría mostrado una indiferencia tan cruel a su sufrimiento. No había ninguna evidencia de que Benjamin hubiese dudado lo más mínimo antes de sucumbir a la atracción de su hermana menor.
Y eso le hacía preguntarse si Benjamin la había amado de verdad alguna vez o si simplemente había llegado a verla como un hábito más en su vida. ¿Se habría aburrido con ella? ¿Se habría sentido atrapado y agobiado con el compromiso? Recordó su poca disposición a fijar una fecha para la boda y vio el rechazo desde una perspectiva nueva y humillante. Era posible que hubiese sabido desde mucho tiempo antes que ella no era la mujer adecuada para él.
Gas trajo a Bola de Nieve, la vieja yegua, que entró tranquilamente en su cuadra. Lali la ensilló y salió a montar. Bola de Nieve recorrió lentamente el camino de tierra con inquebrantable buen humor; era lo que mejor convenía a Lali y a su falta de práctica equina.
Mientras Lali disfrutaba de su paseo con Bola de Nieve, Tolly le servía una copa a su patrón extraoficial y le contaba que Lali estaría probablemente casada antes de que acabara el año.
Peter frunció el ceño y decidió tomarse a broma la predicción.
—¿Has estado consultando la bola de cristal, Tolly?
—No hace falta. Pablo se la comía con los ojos, y los más callados son siempre los más rápidos en actuar cuando aparece la mujer adecuada —opinó Tolly—. Aunque esa mujer tendrá mucho donde elegir.
—¿En serio? —preguntó Peter, alentándolo para que continuara—. Los buitres la están acechando, ¿no?
—A Gas le gustaría sin duda tener alguna posibilidad... pero tiene encima a esa niñera infernal dispuesta a sacarle los ojos a cualquier mujer que mire dos veces a su chico.
—Eso es todo un obstáculo —admitió Peter—. Pero tengo la absoluta certeza de que a Lali no le interesa ningún hombre en estos momentos.
—Desde luego... eso es lo que siempre aparentan las mujeres ¡hasta que aparece el hombre adecuado! —declaró Tolly, con una convicción tal que le puso a Peter los nervios de punta.
Diez días más tarde, antes de regresar a Ballyflynn de Inglaterra, Lali hizo una valoración general de la situación.
Antes de haber salido de Irlanda, se había pasado dos días investigando la posibilidad de recaudar fondos para pagar el préstamo de Julia, pero la había echado para atrás su temor singular al fracaso. Había consultado a un abogado de Dublín y no había averiguado nada que pudiera consolarla. En cambio, le había
encantado recibir una llamada de su madre, quien le dijo que estaría de visita en Londres al mismo tiempo que ella. Animada por la perspectiva, pues no veía a su madre desde hacía varios meses, Lali se había sentido lo bastante enérgica y dispuesta para tratar con la empresa de transporte que había contratado para trasladar sus muebles a Ballyflynn, y para entregarle finalmente las llaves de su apartamento londinense a su abogado.

4 comments: