Saturday, October 17, 2015

capitulo 157

—¿Me amas? —la interrumpió él con una radiante sonrisa. Sin darle tiempo a responder, tiró de ella y la abrazó con tanta fuerza que la dejó sin aire—. Mi idea era declararme en el vuelo a casa. Tenía el champán preparado y el anillo, pero te quedaste dormida... ¿cómo es posible?
—¿Ibas a declararte? Dios mío... ¿Por qué no me despertaste? —le reprochó.
Él se echó a reír.
—Estoy locamente enamorado de ti, a mhilis.
—Pero dijiste que no estás hecho para amar...
—Hasta que te vi corriendo por el césped con aquel pijama de flores. Nunca he sentido nada igual con nadie. Contigo todo es especial... Y lo de Italia fue mágico... No quería que se acabara —la miró con intensidad y ternura—. Pero no supe que estaba enamorado de ti hasta que pensé que ya no podría tenerte nunca más.
—La mentira de Emilia... lo de ser hermanos...
—Creí que iba a volverme loco. Nunca me había sentido tan vacío. Ni siquiera podía confiar en mí mismo cuando estaba cerca de ti. Fue entonces cuando me di cuenta de que te amaba.
—Y buscaste refugio en la bebida. No vuelvas a hacer eso nunca más.
—¿Hay algún defecto mío que no sepas?
—Sé que amas, y sé que te amo y... ¡Enséñame ese anillo!
Era un diamante espléndido. Mientras Lali contemplaba maravillada cómo lucía en su dedo, Peter le sugirió que celebraran la boda en Lanzani Court.
—¿Antes de que empiece la temporada de las carreras? Bien pensado —corroboró ella—. Daniela se pondrá loca de contenta. A propósito, si empieza a asistir a un colegio por los alrededores, a su hermana tal vez le resulte difícil tener a una adolescente en su pequeña casa siete días a la semana.
—Ése era un asunto que me preocupaba.
—¿Crees que Daniela podría venirse a vivir con nosotros?
Peter la miró con el rostro tenso.
—¿No te importaría?
—No. Me siento muy unida a ella.
—¿Cómo puedo cargarte con esa responsabilidad cuando estemos casados?
—Es mi elección.
—Desde luego, no me he equivocado contigo —dijo él, mirándola con una sonrisa maliciosa—. ¿Significa esto que voy a tener siempre mis camisas recogidas?
Ella se puso de puntillas, con un brillo de picardía ardiendo en sus ojos  negros, y le susurró al oído.
—¡Ni lo sueñes!
Sintiéndose como una princesa en su traje de novia, Lali daba vueltas frente al espejo de cuerpo entero. El vestido sin mangas tenía una cintura vasca que resultaba muy favorecedora, y la seda estaba revestida de tul bordado con cuentas de cristal que reflejaban la luz. La herradura de oro de esmeraldas y diamantes estaba agarrada a la diadema dorada que sujetaba el velo, donde lucía maravillosamente.
—Me siento tan orgulloso de ti que podría echar a volar —le confesó Tolly mientras escoltaba a su nieta al interior de la iglesia engalanada con flores.

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