Sunday, October 4, 2015

capitulo 27

Eran más de las nueve cuando volvió a casa envuelta en sus divagaciones. Realmente, ¿qué esperaba conseguir averiguando la identidad de su padre? Sabía que tenía una profunda necesidad de conocer sus orígenes. Pero ¿habría algo más aparte de eso?
Lali nunca había sentido que perteneciera a ningún sitio. Y nunca había sabido lo que era tener unos padres de verdad... al menos no durante mucho tiempo. De niña había estado dolida y confusa porque casi nunca veía a la madre a la que adoraba. Había tenido que aceptar la cruel realidad de que Emilia se dedicara por entero a sus otros hijos. Pero quizá lo más doloroso de todo fue cuando Lali descubrió que el hombre al que consideraba su padre no era su padre biológico.
Emilia estaba embarazada de seis meses cuando se casó con Nicolas Esposito, un científico diez años mayor que ella. Parecía que su único interés había sido conseguir un anillo de bodas y un apellido para la hija que llevaba en el vientre. Nicolas era un hombre tranquilo y estudioso que desde el principio se enamoró locamente de su novia irlandesa, pero la unión resultó ser un completo desastre. Un día que Emilia paseaba por una calle de Londres, la detuvo un buscador de talentos que descubrió en ella a una modelo de moda. Como consecuencia, Emilia contrató a una niñera para que cuidara a su hija pequeña y se lanzó a la fama, la fortuna y los viajes por el extranjero. El tambaleante matrimonio no tardó en resquebrajarse sin remedio.
Incluso después del divorcio, Nicolas tuvo que cargar con la responsabilidad de criar a Lali mientras que Emilia se concentraba exclusivamente en su fulgurante carrera. Y cuando Lali alcanzó los cinco años de edad, Emilia volvió a casarse y se convirtió en una esposa de la clase alta. El acaudalado ejecutivo inglés con quien Emilia tuvo a Eugue y a Stefano se mostró muy reacio a que Lali los visitara en su casa de campo de Surrey. No soportaba que nada le recordase el pasado que su hermosa mujer había tenido con otros hombres, y por salvaguardar la armonía matrimonial, Lali fue expulsada de la vida de su madre.
Lali tenía trece años cuando oyó la devastadora conversación por teléfono entre Emilia y Nicolas.
—Hace años quise decirle la verdad a Lali, pero tú no estuviste de acuerdo — decía Nicolas, con un tono de voz demasiado cortante para ser un hombre afable y tranquilo—. Ella cree que yo soy su padre, y cuando descubra que no lo soy sufrirá un shock muy grave. Los adolescentes son muy impresionables, Emilia. No me importa que tu psicólogo opine que esto será bueno para ti. A mí sólo me preocupa cómo pueda afectar a Lali.
Lali se había quedado conmocionada al enterarse de que el hombre que la había criado con tanto amor y sacrificio no tenía un vínculo carnal con ella. Aunque Nicolas le había asegurado repetidas veces que la quería como cualquier padre biológico, Lali se había sentido como un pájaro abandonado en el nido. Y su corazón, donde había guardado el amor de su padre para compensar el distanciamiento progresivo con su madre, se había hecho pedazos. Nicolas había asumido una responsabilidad que no le correspondía y había hecho todo lo que estaba en su mano principalmente porque no le había quedado más remedio. Y la negativa de su madre a no rematar la historia diciéndole a Lali quién era su padre verdadero no había sido precisamente de mucha ayuda.

1 comment: