Monday, October 5, 2015

capitulo 39

Lali permaneció donde estaba y se cruzó de brazos, y él la dejó allí y salió. Los segundos pasaron tensamente, hasta que el temor de estar haciendo el ridículo la impulsó a seguirlo.
—Éste es el salón. Mire por las ventanas —le dijo él.
Con los brazos aún cruzados al pecho, Lali avanzó rígidamente hacia la ventana. El aplomo de Peter parecía burlarse de su torpeza.
Los ojos se le abrieron como platos cuando vio la horrible fila de edificios medio derruidos al pie de la colina. Aquellas lamentables ruinas, que destruían lo que debería ser una hermosa vista, eran los cobertizos que ella había estado pensando reconvertir en cuadras adicionales.
Peter movió una de sus esbeltas y expresivas manos, extendiendo los dedos, y ella vio los genes italianos en su habilidad y fluidez para transmitir un mensaje sin abrir la boca. Era un rasgo fascinante, que contrastaba fuertemente con la frialdad que adoptaba ante el mundo. Cuando empezó a hablar, ella tuvo que esforzarse por recuperar la concentración.
—La casa en la que está viviendo fue construida como una cottage orné en el siglo XVIII.
—¿Tan vieja? —preguntó Lali, sin poder disimular su asombro.
—Se construyó como un capricho, no como una casa en la que vivir. Mi tatarabuelo, Randal Lanzani, plantó a su alrededor el jardín botánico. Usted está viviendo, en efecto, en lo que formó parte del jardín de Lanzani Court.
Lali levantó el mentón.
—No lo sabía.
—La tierra que la rodea fue vendida debido a las necesidades económicas hace más de medio siglo. La compraron los padres de su prima. Pero la casa es un edificio histórico y, como tal, debe ser conservado y devuelto a su legítimo dueño.
—Esa casa jamás será suya —declaró ella con toda la vehemencia y firmeza que pudo.
Los ojos de Peter relucieron desafiantemente.
—Nunca pierdo.
—No siempre puede conseguir lo que quiere. Sí, puede hacer toda clase de tratos y negocios y ponerme las cosas muy difíciles, pero no puede obligarme a vender —se detuvo un breve instante para reflexionar—. Oh, cielos, ¿tenía pensado sacar el tema de ese préstamo durante la cena?
—No soy tan vulgar —replicó él, con un tono tan tranquilo y categórico como agresivo era el de Lali—. Aunque ciertamente podríamos discutir esto durante la cena y llegar a un acuerdo que nos beneficiara a ambos.
Los ojos de Lali despidieron llamas .
—Mientras su única propuesta sea que yo le venda mi casa, no tenemos nada que discutir. Le sugiero que vaya pensando en un término medio.
—Hay lugar para la negociación, no para un término medio.
—De acuerdo... —aspiró hondo y apartó la mirada de los fascinantes ojos verdes de Peter, reprendiéndose a sí misma por aquella momentánea pérdida de concentración—. El contrato que mi prima firmó con su empresa podría salir a la luz y dejarlo en una situación bastante comprometedora. Y antes de que me diga que no le importa la opinión pública, piense en la dimensión local del asunto.
Peter la miró con gélida impasibilidad.
—¿Me está amenazando?

3 comments: