Tuesday, October 6, 2015

capitulo 49

—Nunca me gustó Benjamin —le confesó Gimena mientras le tendía una taza de café. Sin malgastar una gota de energía, la enérgica mujer rubia le prohibió a Emily que no le tirara de la cola al gato y les advirtió a los gemelos que si no dejaban de pelearse se irían de inmediato a la cama.
—¿No? —preguntó Lali, intentando parecer despreocupada y ocultando su consternación por sacar una vez más el controvertido tema. Por lo visto Gimena había decidido que ya había pasado el tiempo suficiente para poder abordar el asunto sin rodeos.
—No. Benjamin siempre pensaba que era un hombre especial. Nunca he conocido a tu hermanastra, pero por lo que dice Nicolas, también ella parece estar muy pagada de sí misma. Las parejas como ésa no duran mucho —declaró en tono de consuelo—. Sus egos se estrellan inevitablemente.
El deseo de revelar los planes de boda de Eugue y Benjamin era demasiado fuerte, pero Lali consiguió resistirse a la tentación y esconder la noticia en lo más profundo de su subconsciente.
—Estás muy callada —comentó Nicolas mientras la llevaba en coche al aeropuerto—. O bien mis hijos te han agotado las fuerzas o bien te ocurre algo malo.
Lali pensó en hablarle de las dificultades económicas de su herencia irlandesa y de su nuevo socio, pero no era eso lo que más le importaba. Todo su ser estaba siendo consumido por la revelación que su madre le había soltado horas antes.
—Benjamin y Eugue van a casarse en agosto.
Su padrastro la miró horrorizado por un instante, antes de devolver la atención a la carretera. Tras unos segundos de incómodo silencio, la tomó de la mano y se la apretó fuertemente. No dijo nada. No había necesidad de decir nada. Lali supo que lo entendía. Y sabía que estaba sufriendo por ella. Los ojos le escocieron por las lágrimas contenidas, pero consiguió mantener la compostura gracias a su férreo autocontrol. No quería llorar delante de su padrastro y preocuparlo aún más. Nicolas había sido un apoyo fundamental para ella cuando su vida se había desmoronado. De eso ya hacía más de dos meses; iba siendo hora de superarlo... Pero no creía que jamás pudiera perdonar a Benjamin y a Eugue hasta el extremo de ser la dama de honor de su hermana.
Lali recogió a Sansón de camino a casa desde el aeropuerto de Kerry. El chihuahua le dio una entusiasta bienvenida, y Tolly pareció bastante triste de ver partir a su huésped canino. Eran más de las ocho cuando llegó a su casa.
Peanut estaba durmiendo, pero se despertó en cuanto ella entró y se puso tan frenética al verla como Sansón. A pesar de su humor sombrío, Lali no pudo evitar una carcajada. Sacó una botella de vino del armario y se sirvió una copa. Gas le había advertido que el vino casero de Julia era letal, y esperó que la ayudara a conciliar el sueño. Aquella noche estaba decidida a quemar todo lo que le recordara a Benjamin.
Daniela le había dejado una nota en la mesa, pero su caligrafía y gramática eran tan pobres que a Lali le costó varios minutos descifrarla. Venía a decir que los animales habían sido atendidos, lavados y alimentados y que no había que preocuparse más por ellos durante la noche. A Lali la sorprendió que una chica
tan brillante apenas fuera capaz de expresarse por escrito, y se preguntó vagamente si Una sería disléxica, recordando los esfuerzos similares que le había visto a una amiga del colegio.

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