Monday, October 19, 2015

capitulo 7 y 8

—Tengo que hacerte una proposición —dijo él, levantándose de su escritorio y acercándose a ella.
Se detuvo antes de que su comportamiento pudiera ser considerado intimidatorio.
—Resulta que busco compañía femenina, una bonita mujer que me acompañe en mis viajes de negocios, en cenas y otros eventos a los que tenga que asistir.
Se colocó la corbata y se estiró las arrugas de la chaqueta. Aquella declaración era cierta a medias. Quizá no necesitara compañía, pero desde luego que le vendría bien tener una compañía femenina a su disposición. Lo que no lograba entender era por qué se sentía obligado a hacer semejante ofrecimiento a aquella mujer.
Pero eso no le impedía insistir, aunque ella todavía no había respondido.
—Si estás de acuerdo en estar disponible cuando te necesite, accederé a dar a tu padre tiempo para hacer lo que pueda para salvar Suministros para Restaurantes Esposito. Un día, una semana, un mes,... lo que tú decidas.
Sus labios se separaron, pero antes de que pudiera decir nada, él alzó su mano para detenerla.
—Tienes que saber, antes de tomar una decisión —continuó Peter—, que habrá sexo. Si así lo requiero, compartirás mi cama.
Los ojos de Lali se abrieron de par en par, y no pudo evitar alzar la mano para abofetearlo. ¿Qué clase de mujer creía que era?
—¿No hay mujeres que puedas conseguir para eso? No soy una prostituta.
—No he dicho que lo fueras. Simplemente te estoy diciendo lo que necesito y lo que puedes hacer para ayudar a tu padre a salvar su negocio.
—Así que me estás pidiendo que sea tu amante, cuando quieras y donde quieras. Quieres tener una muñeca para sacar de su caja y satisfacer tus necesidades fisicas, para después volver a guardarla en su caja cuando te interese.
El se encogió de hombros y metió las manos en los bolsillos de sus pantalones.
—Bueno, yo no lo diría así, pero sí. Necesito una amante, y tú necesitas conseguir tiempo para que tu padre salve su compañía. Ese es el trato, lo tomas o lo dejas.
—Bastardo —murmuró Lali con una sonrisa nada divertida.
—Es posible, pero tú eres la que ha acudido a mí. Y deberías considerarte afortunada porque al menos te ofrezca algo. Podía haberte dicho un no rotundo sin más.
Deseaba poder discutir, pero sabía que él tenía razón. Había sido difícil llegar hasta allí, y el hecho de que le propusiese algo era todo un milagro.
La pregunta era: ¿tenía otra opción?
Si lo rechazaba, volvería a casa y vería cómo su padre perdía el negocio por el que tanto había luchado, la compañía que había levantado su familia y que había hecho que su apellido fuera conocido en todo Texas y en los estados colindantes.
Pero convenirse en la amante de Peter, dormir con un desconocido era algo dificil de asimilar, y estaba segura de que él la odiaba con todas sus fuerzas.
Respiró hondo, dejando que el oxígeno llenara sus pulmones.
—¿Puedo pensármelo? —preguntó ella, tratando de mantener su voz firme—. ¿O quieres que te de una respuesta ahora mismo?
En vez de responder, Peter sacó las manos de los bolsillos y regresó a su mesa. Todavía de pie, tomó un folio y un bolígrafo y se inclinó para anotar algo. Luego, regresó junto a ella y le entregó el papel.
Al mirarlo, vio una fecha, una hora y el nombre de un aeropuerto cercano. Debajo, la puerta de embarque de un vuelo a Las Vegas.
—Te daré hasta el jueves. Si apareces, entenderé que estás de acuerdo con mis condiciones, y tu padre tendrá una oportunidad para salvar su compañía. Si no — dijo, ladeando la cabeza y arqueando una ceja—, continuaré con mis planes de comprar Suministros para Restaurantes Esposito.
Lali captó el tono intimidatorio del comentario y salió de su despacho con el estómago hecho un nudo.

1 comment: